Con las miradas de miles de peregrinos puestas en el cielo iluminado de colores, puntualmente a las 00:00 del 8 de diciembre, inició el espectáculo de fuegos de artificio para celebrar el Día de la Inmaculada Concepción.
Como ya es tradición, el show de fuegos artificiales fue el cierre de la serenata. La virgencita de los milagros no se quedó sin el espectáculo de luces en su honor como se había anunciado inicialmente. Cada año se lleva a cabo en el mirador de la basílica, pero en esta ocasión tuvo lugar en la terraza del hotel Copadísimo.
José Bogado, uno de los promeseros encargado de iluminar de colores la cúpula de la basílica, en conversación con La Nación dijo que desde hace seis años cumple una promesa, por lo que el show pirotécnico es completamente gratuito. Recordó que su amigo Pildo Meyer paga la misma promesa desde hace diez años, pero lo hacen en conjunto desde el 2015.
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Con una duración de casi diez minutos, y alrededor de 600 kilos de explosivos, el espectáculo se convirtió en un momento único para honrar a la Virgen de Caacupé. Bogado explicó que cada caja de fuegos artificiales tiene un diseño diferente y aproximadamente cada treinta segundos cambia de efecto.
Dijo además que él tiene una empresa dedicada a fabricar fuegos artificiales, pero lo que hace cada 8 de diciembre no forma parte del negocio, es netamente para la Virgen. “A la iglesia no le cuesta ni un guaraní esto, económicamente no le cuesta nada”, afirmó.
Indicó que si bien hace quince días vienen solicitando el permiso para preparar el show, ayer les comunicaron que no podían usar el mirador para colocar la pirotecnia. Pero como la promesa se debe cumplir, buscó la manera de llevar a cabo. Agradeció al intendente de la ciudad por ayudarlo en este proceso de búsqueda de lugar.
“Este show de fuegos artificiales es para la Virgen de Caacupé, ella se merece. Hoy casi desistimos y a la tarde me llamó el intendente de la ciudad y me recordó que se trata de una promesa para la Virgen y en nombre de los promeseros también. Hay mucha gente que viene para esto, se está volviendo una tradición y creo que teníamos que ofrecer, sea donde sea”, resaltó. El espectáculo finalizó con el aplauso de miles de personas apostadas alrededor de la basílica.