Como cada año en estas fechas, se puede visualizar una gran cantidad de personas intentando regresar a sus casas luego de haber peregrinado varias horas para llegar hasta la basílica y saludar a la Virgen de Caacupé en su día. Aunque la diferencia con años anteriores es muy notoria, ya que a pesar de haber contado con una importante cantidad de feligreses, no es la misma a lo que estamos acostumbrados a ver.
De igual manera, los buses que retornan a Asunción y ciudades de Central, así como los que van hacia el interior del país están repletos de pasajeros, muchos inclusive se van parados, ya que lo único que buscan en estos momentos es retornar a sus hogares sin importar las condiciones en las que lo hacen. Agentes organizados de la Patrulla Caminera dirigen el tránsito y no se registra el inmenso tráfico que se daba anteriormente, antes de la pandemia.
En conversación con el equipo de La Nación, varios peregrinos coincidieron en que los choferes no están respetando el precio justo del pasaje y ni siquiera estarían emitiendo los correspondientes boletos por cada viaje; sostienen que esta situación no es solo de hoy, ya que cuando más se acercaba la fecha de la celebración mariana, varios buses, en especial los de mediana distancia ya aumentaron el precio por cada viaje.
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Nulo acatamiento del protocolo sanitario
Una de las mayores preocupaciones es el nulo acatamiento del protocolo sanitario dentro de las unidades, establecido por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS). A simple vista se puede observar a personas sin tapabocas, otras compartiendo el terere y lo que ya se volvió prácticamente una normalidad, absolutamente nadie respeta el distanciamiento social. Además, la cantidad de viajeros en los colectivos sobrepasa el límite estipulado para cada unidad del transporte público.
Recordemos que desde la Dirección Nacional de Transporte (Dinatran), tras lanzar el operativo Caacupé, habían anunciado que uno de los principales requisitos para abordar el bus sería cumplir estrictamente con las medidas sanitarias vigentes, pero no fue acatado. Sin embargo esta situación se pudo visualizar en todo momento tanto en los ómnibus, como en la basílica e inmediaciones. A pesar de las reiteradas recomendaciones, muchos de los visitantes optaron por exponerse al contagio del COVID-19.
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