Vendedores apostados alrededor de la basílica de Caacupé reportan bajas ventas
de sus productos a diferencia de otros años. Estos lamentan la situación, atendiendo a que el año pasado atravesaron por circunstancias críticas debido a que las actividades en el marco del Día de la Virgen de Caacupé fueron suspendidas a consecuencia de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del COVID-19.

La mayoría de los comerciantes de la zona dependen netamente de las ventas que puedan realizar en estas fechas festivas, sin embargo el 2020 debieron sortear la situación con el subsidio otorgado por el Gobierno, además de lo poco que pudieron recaudar mediante ventas ocasionales.

Según lo manifestado al equipo de La Nación, tenían la esperanza que este año, al realizarse nuevamente la fiesta patronal, todo volvería a la normalidad, pero hasta hoy, en la víspera del Día de la Virgen, todo apunta a que muchos de los paraguayos siguen con miedo de contagiarse con el virus y deciden homenajear a la Virgen con una oración desde sus casas.

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Foto: Pánfilo Leguizamón.

“No hay nada de venta, parece que la gente sigue teniendo miedo del coronavirus. Desde que empezó el novenario me coloqué aquí en la plaza intentando vender mis productos pero no salió nada”, comentó una vendedora de guirnaldas y artículos navideños que se encontraba en la entrada de la plaza principal de la ciudad, al lado de la basílica, quien prefirió no contar su nombre.

Ella estaba acompañada de Margarita, con quien compartía una amena charla. Margarita se dedica a la venta de terere y remedios yuyos, ella coincidió en que las ventas todavía están muy bajas, pero a diferencia de su compañera se siente esperanzada que en el transcurso de la tarde noche y mañana esta situación pueda cambiar.

Hugo Rafael Díaz es un vendedor de chipas, lo encontramos sentado en un banco de la plaza y decidimos consultarle su opinión. Su respuesta no fue distinta a las de las mujeres a quienes mencionamos más arriba, Hugo dijo que hace trece años recorre las principales calles de la ciudad espiritual con el canasto de chipa sobre la cabeza, pero este 2021 las ventas cayeron considerablemente. Pero este joven mantiene firme la esperanza de poder vender una buena cantidad de chipa en el transcurso de esta tarde y mañana miércoles 8 de diciembre.

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Foto: Pánfilo Leguizamón.

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