Familiares, vecinos, amigos e incluso desconocidos participaron ayer del último adiós a los tres militares que fallecieron en el accidente aéreo en la base Ñu Guasu, de Luque. Se trata del Mayor Gustavo Velazco, la Teniente Andrea Cubilla y el Suboficial Gustavo Ramón Arzamendia, estos últimos ciudadanos de Yaguarón, donde se realizó una caravana de despedida a quienes hoy llaman héroes del cielo. Cubilla dejó huérfana a una pequeña niña de tres años.
El carro fúnebre que trasladaba su cuerpo a la última morada fue seguida por una multitud, que con bocinazos y pañuelos blancos exigen a las autoridades que se esclarezca el hecho, que se demuestre si hubo fallas técnicas debido a los años de la aeronave utilizada para los entrenamientos militares.
Toda la comunidad de Yaguarón quedó conmocionada por el fallecimiento de estos dos militares de esta zona. El padre de Cubilla es un militar retirado y es dirigente de la empresa de transporte La Yaguaronina, y son personas que siempre apoyaron a la comunidad.
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“Su mamá está destrozada, imagínense perder una hija así. Ella es como si fuese mi hija, siento demasiado dolor desde el fondo de mi corazón. No hay palabras, no hay consuelo ni para mí y mucho menos para sus padres”, dijo una de las tías de Cubilla, en contacto con Telefuturo.
Añadió que Cubilla mucho se esforzó para recibirse de militar, pero lastimosamente hoy deja sin madre a una pequeña niña que todavía la necesita. Lamentó que las autoridades no hayan pensado eso y no previeron el mantenimiento de los equipamientos militares, pues considera que el accidente se debió a una falla mecánica y no humana.
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También en Yaguarón se realizó el último adiós al suboficial Arzamendia, calificado como una persona muy noble, de gran corazón y con mucho pesar el pueblo yaguaronino lloró la perdida de estas dos jóvenes vidas.