El accidente registrado este jueves en Ñu Guasu, que involucró a una aeronave de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) y se cobró la vida de tres militares de la institución, se suma a otros percances similares registrados en los cinco últimos años. El 18 de abril del 2016 en Concepción, una aeronave T-35 Pillán, utilizada para entrenamiento de los pilotos de la FAP, se precipitó a tierra falleciendo sus dos tripulantes, el teniente instructor Santos Martínez de 26 años y la subteniente Andrea Guzmán, de 24 años, quien realizaba su quinto vuelo.
En esa ocasión, los tripulantes intentaron un aterrizaje de emergencia en la zona conocida como Kurusu Isabel, pero no lograron controlar la aeronave de procedencia chilena adquirida en 1992, que finalmente impactó en un campo de fútbol de la zona, falleciendo ambos de manera instantánea.
Mismo destino para dos amigas
Andrea Guzmán y Andrea Cubilla, la militar fallecida esta mañana en el accidente de una aeronave de la FAP, eran muy amigas y esta última publicó en sus redes sociales un mensaje para Guzmán, al conmemorarse seis meses de su fallecimiento en el accidente aéreo en Concepción.
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Pericia de la teniente
Hace casi dos años, el 22 de noviembre del 2019, un helicóptero Bell UH1, de similares características al siniestrado en la fecha en Ñu Guasu, cayó al interior de un depósito de jeringas en la ciudad de Pedro Juan Caballero, mientras realizaba trabajos para la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
La aeronave era pilotada por la teniente Lilian Mosqueira, quien pudo evitar con su pericia, un desastre mayor, por tratarse de una zona urbana el lugar donde cayó el helicóptero. En este accidente afortunadamente no se registraron víctimas fatales.
Siete muertos y un milagro
Otro accidente aéreo registrado con una aeronave de la FAP, se produjo el 9 de febrero pasado, cuando una avioneta Cessna 402B procedente de Fuerte Olimpo, se estrelló segundos antes de aterrizar en la pista de la base aérea de Ñu Guasu.
La aeronave que trasladaba a 8 personas, 6 militares y 2 civiles, era piloteada por el experimentado coronel diplomado Comando de Estado Mayor Aníbal Antonio Pérez Trigo.
Los demás militares fallecidos en el accidente aéreo fueron el copiloto teniente 1° Willians Martín Orué Colmán, el mayor Alfredo Darío Céspedes, los tenientes Marcos Samuel Romero y Manuel Sotelo, el suboficial Pedro Nelson López.
En el mismo vuelo procedente de Fuerte Olimpo, viajaban el funcionario público Críspulo Almada, quien falleció en el lugar y el estudiante José Daniel Zaván, quien fue rescatado con vida y tras ser intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones, logró recuperarse tras sobrevivir de manera milagrosa al terrible impacto y posterior incendio de la avioneta de la FAP.
Doce fallecidos en cinco accidentes
Hoy jueves 25 de noviembre, en horas de la mañana, un helicóptero Bell UH1 de la FAP con cuatro tripulantes, todos ellos militares, cayó durante un vuelo de entrenamiento en la zona de la base aérea de Ñu Guasu, falleciendo tres de ellos, el mayor DCEM Gustavo Velazco Acosta, la teniente PAM Andrea Cubilla Aguayo, el suboficial Gustavo Arzamendia Rolón, mientras que el vicesargento Antonio Martínez Cabrera, el sobreviviente, se encuentra hospitalizado con pronóstico reservado.
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En los últimos cinco años, cuatro accidentes de aeronaves de la FAP dejaron como triste saldo la muerte de doce personas, once de ellas miembros de las Fuerzas Militares.