Desde el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) dieron a conocer un informe cualitativo sobre los casos de uniones tempranas y forzadas en el Paraguay. El mismo revela que cerca de 16.000 menores de entre 13 a 17 años fueron forzados a estar en unión con personas mayores. Estos datos fueron dados en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y Niñas, bajo la campaña “Invisible a plena luz”.
Patricia Aguilar, representante de la UNFPA, manifestó que se trata de un trabajo en conjunto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas y Plan International, con apoyo del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia. “Para este estudio recurrimos a tres fuentes oficiales del Instituto de Estadística, un estudio de la Unicef y el Ministerio de Salud; y el Registro Civil, que nos dieron los datos más próximos para obtener resultados”, indicó en contacto con La Nación.
Resaltó que estos datos dieron como resultado que al 2017 a nivel país la unión temprana y forzada afecta a más de 16.000 niñas y adolescentes que conviven con un hombre adulto. “El estudio indica que los casos se dan más en adolescentes del sexo femenino y que las mismas son unidas con hombre cinco años mayor o más que ellas. Esta es una forma de violencia hacia las mujeres y una violación de sus derechos humanos que compromete su futuro y oportunidades”, detalló.
Afirmó que los casos de uniones tempranas se refieren a los casos de uniones no legales entre un adulto y una menor de 13 a 17 años. “Es cualquier unión formal e informal, cuando una de las partes es menor de 18 años. En Paraguay son más comunes las uniones en matrimonio. Por ley la edad para contraer matrimonio es de 18 años. Lastimosamente, permanece la excepción que habilita a personas a partir de los 16 años cumplidos a contraer nupcias con el consentimiento de madres, padres o tutores”, confirmó.
Una forma de violencia
Aguilar manifestó que estas uniones inciden especialmente en la vida de miles de niñas y adolescentes del país; y que esto se demuestra con el estudio, ya que existe una estrecha relación entre las uniones tempranas y el embarazo, la pobreza y el abandono escolar, que condicionan el desarrollo de sus vidas. “La campaña ‘Invisibles a plena luz’ busca poner en la agenda pública esta problemática. Además, demostrar que las uniones tempranas son un tipo de violencia y que pone en riesgo la vida de estas niñas”, resaltó.
Apuntó que el informe indica que, en 8 de cada 10 matrimonios, las mujeres de entre 15 a 19 años de edad se llevan con hombres mayores que ellas. “La unión forzada afecta en un 80% a mujeres. No son los varones quienes se unen con alguien mayor que ellos, sino que las adolescentes son las más afectadas. Estas uniones son cinco veces más de incidencia en su mayoría de familias que se encuentran en condiciones de pobreza o extrema pobreza, tienen baja escolaridad y pertenecen a comunidades indígenas y rurales”, confirmó.
Indicó que en muchos casos son forzadas a aceptar una unión con la esperanza de salir de la pobreza, pero ocurre lo contrario: sufren abuso sexual y maltratos, terminan con embarazos forzados, dejan la escuela, se alejan de sus amigas y su familia. “Al abandonar los estudios, las oportunidades de un empleo formal son escasas, por lo que la pobreza y las desigualdades se acentúan”, puntualizó.
Agregó que a este tipo de uniones no se le puede llamar pareja, ya que existe una supremacía de poder. “No hay igualdad de condiciones, hay una relación asimétrica y no se puede decir que es su pareja. Estas adolescentes pierden la oportunidad de recreación, estudio y relacionamiento con sus pares. La mayoría en las entrevistas indicaron que pasan a cumplir el rol de señoras, le dan un corte abrupto a la niñez y adolescencia”, señaló.
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Invisibles a plena luz
La campaña “Invisibles a plena luz”, que es difundida a través de las redes sociales del UNFPA Paraguay y de Plan International Paraguay, pone énfasis en la necesidad de erradicar las uniones tempranas y forzadas aunando esfuerzos con el Estado y la ciudadanía.
La profesional destacó que una de las formas de reducir esta problemática social es la de aumentar y mejorar la calidad de la inversión social para reducir la pobreza, ya que en Paraguay se invierte aproximadamente 2.000 guaraníes por día por adolescente - de15 a 17 años- (según estimaciones al 2019 a partir del informe del UNFPA sobre el Gasto Público Social en adolescencia y juventud).
“Se deben establecer políticas públicas que eviten la deserción escolar y promuevan la reinserción educativa, ya que el 80% de las niñas y adolescentes en unión se encuentra fuera del sistema educativo formal”, concluyó.
Cabe destacar que existen varias formas para comunicar o denunciar estas uniones ilegales en el país como el Fono Ayuda del Ministerio de la Niñez 147. En el caso de que sea en un lugar distante o urgente, comunicar a las autoridades locales como la Consejería de los Derechos de la Niñez y Adolescencia (Codeni). Así también, pueden recurrir al Ministerio de la Defensa Pública en el fuero de la Niñez y Adolescencia.