Los casos de sicariato se han normalizado en los últimos tiempos a nivel país y en lo que va del 2021 se registraron 151 atentados. Los cálculos indican que estos suceden cada 48 horas, lo que demuestra que las muertes por este nuevo flagelo que se ha asentado en Paraguay han aumentado un 14% con relación al año pasado.
El analista Jorge Rolón Luna realizó un estudio que demuestra que hasta octubre de este año se reportaron los más de 150 casos, sobrepasando totalmente los números del año pasado. “Sin que termine el año, ya hemos tenido casi un 14% más de ataques de sicarios en 2021 que en 2020″, apuntó en su cuenta de Twitter.
Aseguró que octubre se convirtió en el mes más violento en cuanto a sicariato en la historia del Paraguay, con 23 ataques que dejaron como saldo 29 víctimas fatales, lo que demuestra que este tipo de violencia vino para quedarse a nivel país si las autoridades no toman la debida atención para eliminarlo.
“Octubre ha mostrado el rostro horrible del sicariato en Paraguay: más ataques, más muertes, más personas heridas, dejando una estela de dolor y consternación que llamó la atención hasta a aquellos más indiferentes hacia este fenómeno criminal”, resaltó Rolón.
Remarcó que los ataques de sicarios siempre dejan mayor número de muertos que de heridos y confirmó que los atentados tuvieron un descenso en los meses de confinamiento, pero que se fueron “normalizando” con la apertura y la flexibilización de las medidas.
Expresó que el narcotráfico está seriamente ligado a los casos registrados y con el aumento de los atentados se demuestra el incremento de personas ligadas en este “negocio” que floreció en los últimos años en el país. “El narcotráfico impacta en casi todos los ámbitos de la sociedad paraguaya”, refirió.
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Por último, indicó que habría que tipificar al sicariato como tipo penal autónomo y que en un principio fueron sumando números de atentados en zonas fronterizas, pero en los últimos meses fue extendiéndose hacia Central.
“La hipótesis que tengo es que mayor actividad del narcotráfico en el país, también está el involucramiento de redes criminales en el tráfico de cocaína, luego las disputas por territorio, rutas y por el negocio mismo”, concluyó el profesional.