El 22 de agosto se realizó la ceremonia de palada inicial para significar el comienzo de la construcción del nuevo edificio del Centro de Innovación TIC Paraguay-Corea, en el campus de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (FP-UNA), sede de las futuras instalaciones.

Se prevé que el nuevo edificio esté plenamente operativo para finales del 2026. Dicha ceremonia simboliza también el compromiso de ambos países con el desarrollo y crecimiento de las capacidades tecnológicas en Paraguay. Se espera que este centro se convierta en un referente regional en innovación y formación en TIC, promoviendo la cooperación internacional y el intercambio de conocimientos.

El acto contó con la presencia del embajador de la República de Corea, Chan-sik Yoon; la directora país de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica), Hyeyoung Shin; la rectora de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), Zully Vera; y la decana de la Facultad Politécnica, Silvia Leiva. Asimismo, asistieron distinguidos directivos y autoridades de la universidad y la FP-UNA.

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El Proyecto del Centro de Innovación TIC tiene como objetivo principal mejorar las competencias en tecnologías de la información y comunicación (TIC) en Paraguay, mediante la creación de un centro de innovación que fortalecerá las capacidades técnicas y profesionales en el país. Este centro, abierto a toda la ciudadanía, es una iniciativa conjunta entre Paraguay y Corea, para promover una colaboración activa y sostenida entre ambos países para el desarrollo tecnológico y educativo del Paraguay.

El nuevo Centro de Innovación en TIC ofrecerá una infraestructura moderna y equipada con tecnología de punta, destinada a impulsar la investigación, la formación y la innovación en este campo. Además, se desarrollarán programas y proyectos que buscan responder a las demandas del mercado laboral y las necesidades del sector educativo en Paraguay, fortaleciendo así la industria TIC local.

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El proyecto CIT-UNA se desarrollará hasta finales del año 2026 y está basado en cuatro estrategias: (1) construir un entorno educativo y proporcionar formación para satisfacer las necesidades de la industria; (2) desarrollar cursos de formación de TIC y formar a docentes para reflejar las necesidades de la industria; (3) fortalecer las habilidades paraguayas en TIC a través de la investigación conjunta con la cooperación industria-academia (4) difundir el valor de la educación y la investigación en TIC a través de diversas colaboraciones entre la industria y el mundo académico.

El Centro de Innovación TIC desempeñará un papel vital en el proceso de Paraguay hacia una economía basada en el conocimiento, no sólo elevando la competencia nacional, sino también fortaleciendo la cooperación entre la industria y la academia. La colaboración entre diversos sectores es crucial, ya que facilita la generación de innovaciones que se adapten eficazmente a las necesidades y circunstancias de la sociedad paraguaya. El proyecto del Centro de Innovación TIC permitirá a Paraguay encaminarse hacia la excelencia tecnológica, el crecimiento económico y el desarrollo sostenible.

Desde el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) decidieron otorgar la máxima categoría a la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). De ahora en más la facultad se coloca con las tres instituciones en alcanzar este nivel de excelencia en todo el país.

Se trata de la máxima categoría de Institución de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) mediante la Resolución N° 102/24. “Este logro histórico coloca a la Facultad Politécnica como una de las tres instituciones en Paraguay en alcanzar este nivel de excelencia”, expresaron desde la facultad.

Esta categorización se realizó en el marco del Programa Nacional de Incentivos a la Investigación Científica y Tecnológica (PRONII), que se encarga de realizar las evaluaciones de calidad de las investigaciones como de la capacidad de formación de investigadores de las instituciones del país.

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“La Facultad Politécnica obtuvo la calificación de Institución de Investigación Consolidada (CVIN01-37), la categoría más alta dentro del sistema de categorización del Conacyt. Este reconocimiento es un hito para la facultad y el esfuerzo conjunto de los investigadores de la institución”, puntualizaron.

De esta forma la politécnica de la UNA consolida la posición de la unidad académica como líder en investigación científica y tecnológica en Paraguay. “Este logro permitirá a la Facultad Politécnica acceder a mayores recursos para fortalecer sus líneas de investigación y fomentar la formación de nuevos investigadores”, concluyeron.

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El Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) informó este martes que recibió de parte de un grupo de ciudadanos una nota de solicitud con el aval de más de 80.000 firmantes para promover que las propuestas legislativas de iniciativa popular puedan contar también con el registro o recolección de firmas en formato digital o electrónico.

Se trata del proyecto de ley “De modernización de los procedimientos para la iniciativa popular”, presentado ante el TSJE por los coordinadores de ese proyecto, el ingeniero Roberto Cano y Santiago Cartes, presidente del Centro de Estudiantes del periodo 2018-2021 de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).

Cano expresó que la propuesta, que es el resultado de cinco años de trabajo, tiene como objetivo la adecuación y modernización de la Ley Nº 834/1996 del Código Electoral, que exige que las firmas se realicen de forma manual, mediante planillas que se retiran de la Justicia Electoral.

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“Con esta propuesta buscamos que, además de la firma a puño y letra, se permita la firma electrónica para la recolección de firmas”, indicó el coordinador, al momento de recordar que la Cámara de Diputados sancionó el 25 de mayo pasado una legislación que reduce al 1% del Padrón Nacional la cantidad de firmas requeridas para presentar un proyecto de ley por la vía de la iniciativa popular, unas 50.000 aproximadamente.

Aclaró que la reforma que plantean no elimina el procedimiento manual, sino que más bien busca que con la inclusión del formato electrónico se pueda obtener una mayor participación que, según Cano, “revitalizará a la democracia”.

Entretanto, Santiago Cartes detalló que con el pedido incluyeron el registro de más de 80.000 firmas para avalar y tratar de hacer realidad esa propuesta. “Para mi Facultad es un honor ser una punta de lanza para este proyecto, que involucró a varias facultades. A partir de ahora, el paraguayo podrá presentar proyectos de ley mediante la firma digital, ya no solo a mano”, enfatizó.

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Se define como defensor de las políticas públicas y las estrategias para utilizar más nuestra energía eléctrica en el país. Se trata del docente investigador de la materia energía y ambiente de Ingeniería en Energía de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (FP-UNA), Victorio Oxilia Dávalos.

Todo empezó porque tenía la idea de migrar hacia el transporte más sostenible. Anteriormente se movía solamente en vehículo que consume combustible importado, hidrocarburo premium que hoy en día está cerca de 9.000 guaraníes el litro.

“Trabajé en la política energética de Paraguay y también para varios otros países de América Latina y el Caribe, sabemos muy bien que el transporte sostenible colabora en reducir el impacto ambiental”, empezó contando a La Nación.

Acerca de su idea de las motos eléctricas, dijo que no producen gases de efecto invernadero en su recorrido (las motos a gasolina pueden producir más de 20 kg de CO2/100 km de recorrido), algo favorable para el ambiente, pensando en el futuro.

“En el caso particular de nuestro país, es el hecho de estar generando hidroelectricidad y ceder a Brasil y Argentina por beneficios irrisorios para nuestro país, siendo que hay varios análisis que hemos realizado en la UNA que demuestran que lo más conveniente para los paraguayos es utilizar esa energía eléctrica”, agregó.

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Afirmó que el gran nicho de mercado para el uso de la electricidad en nuestro país, en este momento es el transporte. Lamentó no tener buses eléctricos ni una buena cantidad de vehículos eléctricos. “Gran parte de eso se debe al hecho de que los vehículos eléctricos para los particulares tienen un costo elevado. Entonces, migrar de un vehículo a combustión que quema hidrocarburo importado a uno eléctrico todavía no me resultaba desde el punto de vista económico porque requiere de una inversión muy grande”, refirió.

Entonces pensó en movilizarse en moto y al hacer una comparación rápida entre las convencionales y las eléctricas encontró que no solamente la parte económica primó, sino el hecho de realizar una idea propia, impulsar el transporte sostenible, no es solo una cuestión económica sino impulsar algo que las instituciones públicas no lo hacen, según el docente universitario.

Victorio mencionó en contacto con La Nación que la moto que él adquirió hace un mes y medio, se trata de un modelo intermedio del mercado y que le costó alrededor de 22.000.000 de guaraníes con una batería incluida y con IVA.

“Estoy probando que cargar las baterías con energía de la Ande y al ver las facturas es un impacto irrisorio. Sale mucho más barato utilizar energía eléctrica para transportarse en moto y además de eso, considerando el precio de la batería de mi moto que es una intermedia, el precio calculado es de 14.500 guaraníes cada 100 km. Es mucho más barato que una moto convencional moderna que consume alrededor de 3 litros cada 100 km, calculando a 8.000 guaraníes el litro, ya suma 24.000 guaraníes cada 100 km y la moto eléctrica no tiene cambio de aceite, ni de filtros, el mantenimiento es muy bajo”, destacó.

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El modelo de la moto es una Super Soco TC de fabricación china, que ganó premios en cuanto a diseño porque se parece mucho a las motos convencionales. Señaló que el primer impacto al mirar la moto, parece convencional pero después uno se da cuenta de que no tiene caño de escape ni cadena, sino transmisión de energía a las ruedas. “En este modelo, el motor eléctrico está en la rueda trasera. Es un motor muy eficiente”, aseguró.

Para cargar la batería no requirió ninguna transformación en la conexión de su casa. “Cargo mi batería en mi escritorio con un enchufe normal donde enchufo el cargador de la computadora, ahí en 5 o 6 horas ya está totalmente cargada y con eso tengo una autonomía para 55 km en las condiciones reales de nuestras calles, en Asunción y alrededores.

Comentó que se recomienda no descargar completamente la batería para que la vida útil de la misma sea más prolongada, dejando una carga de 15% a 20% y con eso se tiene una autonomía de prácticamente 55 km cada batería.

Resaltó que lo principal de este experimento es que sus estudiantes están muy entusiasmados y eso para él es la mayor felicidad. Le dijeron que era un ejemplo porque los profesores son muy teóricos y él está dando un ejemplo práctico. “Esa era un poco mi intención de animarles también a ellos a que su trabajo final de grado de energía se relacione con el tema de transporte sostenible”, enfatizó el docente de la materia energía y ambiente.

Sostuvo que mucho tiempo pensó que la movida eléctrica tenía que ser a través de autos eléctricos y que si bien eso se va a dar, por qué no comenzar por las motos. “Es más eficiente, más barata, mucha gente la usa y es silenciosa. No tiene ruido y a veces la moto es muy molestosa”, añadió.

“El ensamble en nuestro país es totalmente viable. A mí me gustaría que ensamblemos acá, si ya estamos ensamblando marcas nacionales de motos convencionales por qué no hacer lo mismo con las eléctricas. No es cuestión de sustituir, es presentar una opción más”, enfatizó.

Manifestó que producir motos eléctricas en Paraguay generaría fuentes de trabajo para los jóvenes y que no es necesario dejar de producir las convencionales. “Produzcamos motos a gasolina y eléctricas, pero en Paraguay. Después, autos eléctricos”, puntualizó.