Paraguay pasa por un serio problema de adicciones que afecta a adolescentes, jóvenes e incluso adultos que se encuentran sumidos en las drogas. Se trata de un problema social que trae consigo una ola de inseguridad, ya que muchas veces estas personas salen a asaltar a otras con el afán de conseguir algo de valor para poder venderlo y comprarse los estupefacientes.

Ante esta problemática que afecta a todo el país, salta a la luz el servicio de Narcóticos Anónimos (NA), que permite interactuar con la población en general e informar sobre el programa de recuperación para personas adictas y revertir la grave situación por la que pasa la sociedad.

“El propósito primordial de NA es llevar el mensaje al adicto que todavía sufre”, dijo José María, servidor del subcomité de relaciones públicas. Apuntó que la ayuda empieza dando a conocer dónde están los grupos, sus horarios y los requisitos para poder formar parte de la confraternidad.

“Se trata de una asociación sin ánimo de lucro, compuesta por hombres y mujeres para quienes las drogas se habían convertido en un problema muy grave. Es un programa de abstinencia completa de todo tipo de drogas, en donde están aprendiendo a vivir sin consumir drogas”, agregó.

Por su parte, Guillermo, otro de los servidores, resaltó que el núcleo del programa son los “Doce Pasos”, que son una serie de pautas que dan un enfoque práctico de la recuperación. “Siguiendo estos pasos y trabajando en estrecho contacto con otros miembros, los adictos aprenden a dejar de consumir drogas y a enfrentarse a los desafíos de la vida cotidiana”, destacó.

Resaltó que se enfocan fundamentalmente en las reuniones de recuperación que se celebran en los diversos grupos abiertos de acceso libre, gratuito y confidencial. “Actualmente contamos con reuniones en los siguientes lugares: Asunción, Lambaré, Luque, San Lorenzo, Itauguá, Ypacaraí y Ciudad del Este”, detalló.

Agregó que en Narcóticos Anónimos ofrecen servicios como presentaciones dirigidas al personal sanitario y de centros de tratamiento, organizaciones cívicas, organismos gubernamentales, escuelas, colegios, universidades, medios de prensa y distribución de literatura de NA.

“También servicio de atención telefónica, presentaciones en centros de tratamiento e instituciones penitenciarias para que los internos se familiaricen con el programa de NA, y listados de reuniones de NA para miembros y otras personas interesadas”, resaltó.

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A nivel mundial NA se inició en el año 1953, pero empezó a operar en Paraguay hace poco más de 20 años y se fue estableciendo con la apertura de los grupos en diversas partes del país, “para que más adictos pueden recibir la ayuda que ofrece, basada en el valor terapéutico de un adicto que ayuda a otro, gracias a la experiencia, fortaleza y esperanza que comparten”, apuntó José María.

Destacó que no cuentan con centro de rehabilitación, pero que muchos de sus integrantes asisten o han asistido a este tipo de facilidades, pero el trabajo de los grupos es otro. “Se trata de una reunión de personas adictas que aprenden a vivir sin consumir drogas, en la creencia del valor terapéutico de un adicto que ayuda a otro”.

Afirmó que la mayoría de las reuniones se celebran toda la semana a la misma hora y en el mismo lugar, por lo general en lugares públicos. Dichas reuniones, así como el resto de los servicios, se financian completamente a través de las donaciones de los miembros y de la venta de las publicaciones de recuperación. “No se aceptan contribuciones de personas que no sean miembros”, aseveró.

A las reuniones pueden asistir cualquier persona que quiera dejar de consumir drogas, independientemente de las drogas que consuma o haya consumido. “Todos aquellos que crean tener un problema con las drogas, legales o ilegales, incluido el alcohol, son bien recibidos. La recuperación se centra en el problema de la adicción, no en la sustancia o droga en particular”, apuntó Guillermo.

Aclaró que generalmente las personas se acercan directa y espontáneamente a su primera reunión de grupo mediante un llamado a la línea de información (0981) 288-008, con WhatsApp incluido las 24 horas, o buscan información en la página web www.na.org.py o en redes sociales como Facebook: @narcoticosanonimospy. “Además de otros contactos que ya conocen NA, tales como profesionales de la salud, religiosos, terapeutas, etc”.

Indicó que cuando confirman la información, las personas pueden acceder a las reuniones de grupo yendo a una de las sedes donde funciona el grupo. “La mayoría de nuestras reuniones de recuperación son cerradas; es decir, solo pueden asistir personas adictas o quienes creen tener un problema con el consumo de drogas. Actualmente son trece grupos de NA los que funcionan, incluidos dos virtuales”, señaló.

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“Es una decisión personal que debe tomarla voluntariamente todo individuo que considera que su vida se ha vuelto ingobernable por el consumo de drogas, sean legales o ilegales, incluyendo el alcohol. Habitualmente asisten personas que no han podido encontrar una salida a su situación en otras modalidades, han tocado fondo y piden ayuda”, apuntó José María.

Hasta la fecha miles de personas en todo el mundo logran mantenerse limpias todos los días gracias al programa. Recordaron que Narcóticos Anónimos no “cura” la enfermedad de la adicción, pero puede mantenerla inactiva y mejorar ostensiblemente la calidad de vida de sus miembros.

“Actualmente y mediante la apertura de los grupos en el país, a pesar de la pandemia, están en proceso de recuperación una buena cantidad de personas, entre ellas miembros ya establecidos hace tiempo, otros que llegan recién y así dentro de una diversidad”, dijo.

“Un adicto puede dejar de consumir drogas, perder el deseo de consumirlas y descubrir una nueva forma de vida”, detallaron. En NA tratan la adicción como una enfermedad, no como una deficiencia moral y cualquier adicto puede unirse sin que importe su edad, raza, identidad sexual, credo, religión ni la falta de esta última.

“Para ser miembro de NA solo hay un requisito: el deseo de dejar de consumir las drogas. La premisa básica del anonimato permite que los adictos asistan a las reuniones sin miedo a posibles repercusiones legales o sociales, además de mantener la igualdad entre los miembros y la práctica del servicio desinteresado”, afirman.

Pero lo más importante es que ofrecen ayuda libre, gratuita y confidencial. “Si los lectores saben de alguna persona con problemas con drogas, en el barrio, o un familiar, o dentro de sus amistades o en el trabajo, pueden ayudarla compartiendo la información sobre Narcóticos Anónimos y así tal vez esa persona pueda darse la oportunidad de aprender a tener una nueva forma de vida sin consumir drogas”, concluyeron.

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