El sacerdote paraguayo Adrián Medina realizó la defensa de tesis doctoral en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Su investigación tuvo por tema “La prueba presuntiva y judicial en la jurisprudencia rotal romana en tema de exclusión de Bonum Coniugum”, con la que obtuvo la calificación “summa qum laude”, la más alta distinción.
El padre Adrián Medina es de la diócesis de Concepción y Amambay en Paraguay. Se trata de una persona muy humilde que consiguió la calificación más alta de la casa de estudios romana y se lo dedicó a sus padres, que se dedican a la agricultura en el campo y que con mucho sacrificio siempre lucharon por sacarlo adelante.
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El derecho canónico es una ciencia jurídica que estudia y desarrolla la regulación jurídica de la Iglesia católica, engloba tres conceptos: su finalidad, su carácter jurídico y su autonomía científica. Está dotada de una organización y ordenamiento jurídico basado en los cánones o acuerdos conciliares. Cuenta con sus propios tribunales, abogados, jurisprudencia, dos códigos completamente articulados e incluso con principios generales del derecho.
“Mi tesis comprende el derecho matrimonial, habla de todo lo que significa el matrimonio y su evolución, cómo fue el matrimonio desde las sagradas escrituras, desde Génesis, cómo el Dios creó al hombre y a la mujer. ‘Bonum coniugm’ significa el bien de los cónyuges en latín, sea en doctrina, sea en jurisprudencia todavía no ofrece una definición jurídica”, explicó el padre Medina en comunicación con La Nación.
Aseguró que ante la falta de una buena lectura de la definición de esta premisa se sintió motivado a investigar la exclusión de este bien de los cónyuges en el momento de celebrar el matrimonio. El código vigente del Derecho Canónico describe el matrimonio como una alianza por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio para toda la vida, elevado ante Dios como un sacramento.
“El matrimonio por su misma naturaleza es ordenado al bien de los cónyuges y qué significa esto. Entonces en el primer capítulo verifiqué históricamente desde el punto de vista de doctrinas, derecho romano, lo que dicen los padres de la Iglesia, la patrística llegando así al primer código pío-benedictino que trata al matrimonio más bien como un contrato”, señaló.
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Por otro lado, aseguró que mediante becas logró realizar sus estudios en derecho canónico, con el objetivo de convertirse en un experto cualificado al servicio de su diócesis. Celebró que todo el esfuerzo para desarrollar la investigación, que se reflejan en horas sin dormir y de trabajar tiempo completo, dieron sus frutos obteniendo la máxima calificación, que a su vez dedicó a sus padres agricultores de la zona de Loreto, departamento de Concepción.
El padre Adrián estuvo cerca del papa Francisco en muchas ocasiones, ya que pertenece a la Universidad del Papa. La próxima semana volvería a Paraguay y está contento por el logro y porque volverá a saborear la chipa, aseguró.