Cómo afecta el COVID-19 a los riñones es una cuestión que todavía no se sabe con exactitud. Refieren que próximamente una de cada tres personas que ingresan a un hospital por COVID-19 desarrollará una injuria renal aguda (IRA), una disminución repentina de la función renal, incluso si nunca antes la persona ha padecido una enfermedad renal.

Se habla de que esta tasa de lesiones aumenta a más de la mitad en aquellas que se enferman gravemente y necesitan de terapia intensiva. En la mayoría de los casos, estos pacientes requerirán diálisis de emergencia.

Al respecto, la doctora Norma Arévalos, especialista del departamento de Nefrología de Adultos del Hospital de Clínicas, explicó que aunque no están claras las razones exactas por las que el COVID-19 afecta a los riñones, los científicos han detallado tres posibles causas: estructura del riñón, coagulación de la sangre e inflamación extrema.

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Doctora Norma Arévalos, especialista del departamento de Nefrología de Adultos del Hospital de Clínicas. Foto: Gentileza.

La nefróloga mencionó, en cuanto a las opciones de tratamiento para pacientes con insuficiencia renal tanto aguda como crónica con COVID, que no hay un tratamiento específico para la lesión renal, especialmente al inicio. “Pero en la fase temprana de la infección, los tratamientos suelen dirigirse al virus. Remdesivir es un medicamento antiviral que fue aprobado para su uso en el COVID-19 específicamente, no en un daño renal”, señaló.

Al ser consultada sobre los efectos a largo plazo del COVID-19 en los riñones, manifestó que todavía son desconocidos al ser un virus relativamente nuevo y resaltó que a muchos nefrólogos les preocupa que pueda haber efectos a largo plazo en la función renal, que personas con enfermedad renal crónica puedan experimentar un gran retroceso y pacientes que no tuvieron enfermedad renal crónica previa al COVID puedan desarrollarla. “No ha pasado suficiente tiempo para estudiar esos efectos y se necesita investigación adicional”, agregó.

Chequeo médico

Si bien existen muchas patologías de base que hacen que el riñón se enferme, es importante que el paciente adulto se realice un chequeo médico por lo menos una vez al año para controlar si presenta todos los valores en rango y de esa forma prevenir el avance de cualquier enfermedad.

En este sentido, la especialista instó a la medicina preventiva y a que si presenta manifestaciones como poca micción (orina poco), orina con espuma o se le hinchan los pies, tobillos o presenta edema bipalpebral, acudir a consultar lo antes posible, pues son indicadores de que algo no está funcionando bien en los riñones.

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Recomendaciones

Para mantener en buen estado la salud renal, la profesional recomendó tomar mucha agua, disminuir el consumo de sal y cuidar la alimentación, no abusar con los carbohidratos y mantener una dieta saludable y equilibrada. “El riñón es un órgano noble, porque detectado a tiempo la injuria, siempre tiene cierta capacidad de recuperación”, destacó.

En cuanto a lo que se debe tener en cuenta para reducir el riesgo de contraer coronavirus, Arévalos pidió a los pacientes no bajar la guardia y seguir las pautas de distanciamiento social, practicar la higienización de las manos, usar mascarilla y la inmunización con la vacuna anti-COVID-19.

Remarcó que una herramienta fundamental para prevenir el COVID-19 es sin duda la vacunación, especialmente aconsejable en los pacientes más vulnerables, como los enfermos renales, ya que debido a la situación de inmunidad alterada que presentan, tienden a desarrollar menos anticuerpos frente al coronavirus.

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