Autoridades religiosas y del Gobierno nacional se reunieron esta mañana para la organización previa a la festividad de la Virgen de Caacupé que se celebrará los próximos 7 y 8 de diciembre, previo a un novenario que también convoca a miles de devotos.
En este sentido, participaron del encuentro el monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé; Joaquín Roa, ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN); el padre José Benítez, rector del santuario de Caacupé, además de autoridades locales y policiales.
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“Hay muchas expectativas porque el año pasado fue diferente y la situación (sanitaria) ahora da esperanzas y por todo eso crece la expectativa. Yo por donde voy me preguntan si este año habrá festividad de Caacupé, cómo va a ser este año, así más o menos me consulta la gente, incluso los vendedores de aquí están expectantes a lo que se decida para hacer uno que otro préstamo para invertir en sus locales. Caacupé engloba todo eso”, señaló el padre José Benítez, rector del santuario de Caacupé.
Tanto comerciantes como devotos y pobladores de la Villa Serrana aguardan ansiosos las decisiones y directivas de las autoridades eclesiásticas y del Gobierno de cara a la festividad de Caacupé, que, debido a la pandemia del COVID-19, el año pasado quedaron suspendidas todas las actividades propias de la religiosidad popular tales como la peregrinación en masa por el cerro que lleva a la Virgencita Azul de Caacupé y la misa del 8 de diciembre que solía ser multitudinaria.
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“Hay esperanza de que este año se abra como en años anteriores porque el año pasado fue todo un suceso, fue un 8 de diciembre sin fieles, sin peregrinos, fue muy duro para todos nosotros y ahora todos esos temas se van a tocar en la conferencia. El tema fuerte va a ser los días 7 y 8 de diciembre, después los días previos de novenario a la Virgen no tiene tanta repercusión, el tema es cómo hacer que esos dos días no haya tantas aglomeraciones”, añadió el padre Benítez.
Según información que ya adelantaron las autoridades religiosas y sanitarias, se permitirá la participación a las actividades religiosas a aquellas personas que cuenten con las dos dosis de las vacunas anti-COVID y para ello deben portar con sus fichas de vacunación.
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