Decenas de trabajadoras domésticas se reúnen en Asunción para analizar la situación del sector en el contexto de pandemia. Piden que el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) desarrolle estrategias de fiscalización para exigir a los empleadores el cumplimiento de la Ley de Trabajo Doméstico.
Las mujeres llegaron de distintas ciudades y departamentos del país, entre ellos Itapúa, Guairá, distintas ciudades de Central y Asunción, desde donde se congregaron en el encuentro “Trabajadoras domésticas en América Latina: reflexiones y desafíos en el marco de la pandemia del COVID-19″.
Entre los principales puntos que surgieron durante el encuentro apuntan a la necesidad de control, de fiscalización por parte del Ministerio de Trabajo a empleadores, a través de distintas estrategias. El salario mínimo vigente es de G. 2.289.324 y el jornal mínimo diario G. 88.051, cifra que rige desde este año para todos los trabajadores como también para las trabajadoras domésticas.
La vicepresidenta de la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH), Carmen Brítez, señaló que en otros países de la región se logró implementar estrategias que no necesariamente impliquen la revisión del domicilio, argumento esgrimido por las instituciones del Estado como obstáculo para el control.
Otro punto es la urgente necesidad de la aplicación por parte del Instituto de Previsión Social (IPS) del sistema prorrata, que permite que distintos empleadores aporten de forma proporcional por la misma trabajadora doméstica cuando esta presta servicios por días.
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