Tetã Japepo es el proyecto fotográfico que fue realizado con el apoyo de National Geographic Society con las fotografías de Juana Barreto Yampey y Baro Brizuela, dos fotógrafos paraguayos que mediante la mirada de ambos, contaron la historia de un grupo de mujeres que mediante su esfuerzo y determinación, se convirtieron en el sostén de miles de personas en los momentos más duros de la pandemia y consiguieron darle esperanza a sus comunidades a través de un plato de comida.
“Fue muy duro por un lado, pero nos pareció necesario contar la historia y fue así como coincidió con el proyecto de National Geographic para que los fotógrafos cuenten historias”, comentó a la 1020 AM, Baro Brizuela, uno de los fotógrafos del proyecto.
Dijo que si bien las ollas populares se hicieron en otros países, Paraguay tuvo una característica: se hizo de forma masiva con la solidaridad de la gente.
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Por su parte, Cira Novara, de la Articulación Bañadense, mencionó que la historia se cuenta con palabras, pero también con imágenes. “Lastimosamente la lucha de mujeres siempre es tapada y son las mujeres las que alimentaron al pueblo durante la pandemia. Las mujeres demostraron ser muy buenas administradoras, incluso mejor que muchos políticos. Lo poco que tenían lograron administrar recursos para 200 platos de comida por día”, expresó.
Acerca del proyecto
El mismo refiere que según datos oficiales, casi un cuarto de la población de Paraguay vive en situación de pobreza. En la capital paraguaya, Asunción, algunos de los barrios más postergados se encuentran dentro de los denominados “Bañados”, zonas aledañas al río Paraguay donde viven aproximadamente cien mil personas, en su mayoría, trabajadoras informales que en el contexto de la pandemia quedaron sin empleo y dependían de los ingresos generados en el día para llevar el alimento a sus hogares.
Con la situación económica en un punto crítico y la limitada ayuda ofrecida por el gobierno paraguayo, surgieron en distintos puntos de los Bañados las Ollas Populares, cocinas improvisadas a cargo de mujeres que de manera voluntaria comenzaron a preparar platos de comida en gran número para paliar la situación de hambre en sus familias, en sus barrios y principalmente, en los niños de su comunidad, gracias a la donación de alimentos de la ciudadanía que expresó de manera notable su solidaridad.
Resaltaron que con el transcurso de los meses estas mujeres lograron crear entre ellas una organización que elevó su voz y luchó hasta conseguir que el gobierno promulgue la ley 6603/2020 que garantiza a estas ollas populares la provisión de alimentos por parte del Estado. A más de un año del inicio de la pandemia de COVID-19, y pese a la promulgación de la Ley de Ollas Populares, esta articulación de mujeres sigue luchando por el derecho a una alimentación digna.