Esta semana un fuerte temporal afectó a varios puntos del país, especialmente ciudades del departamento Central donde se reportan una 2.000 familias afectadas y que aún no reciben asistencia por parte de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).

La caída de granizo fue la que afectó más a las precarias viviendas, especialmente de los asentamientos, dejándolas prácticamente sin techo. Hasta el momento las familias de San Antonio y Capiatá alegan no haber recibido la ayuda del Estado y se están organizando para ayudarse entre ellos.

Los vecinos del asentamiento San Roque II de la ciudad de San Antonio siguen esperando la asistencia, pese a que ayer ya fueron evaluados por la secretaría. “Estamos esperando, ayer se comprometieron que iban a traer la ayuda y seguimos esperando. La necesidad es muy grande, todos somos familias humildes”, dijo una de las afectadas en entrevista con El Trece.

Afirmó que todos tienen precarias viviendas y que son unas 500 familias las afectadas en la zona. “Estamos improvisando con carpas que nos trajeron ayer porque se avecina otra lluvia y hasta ahora no pudimos reparar nuestras viviendas”, manifestó.

Aseguró que el miedo de los lugareños es que llegue otra lluvia, ya que está dentro de los pronósticos y que estas carpas no resistan. “Dentro de mi casa todo se echó a perder. Pudimos sacar los colchones afuera, pero los muebles y demás cosas fueron alcanzados por la lluvia. Tuve que sacar todas mis ropas mojadas”, dijo.

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En la villa La Victoria de la ciudad de Capiatá, específicamente del barrio Kennedy en el kilómetro 20 de la ruta PY01, también siguen esperando la ayuda de la SEN. Estas familias tienen el mismo pedido de chapa y colchones, tras el temporal.

Los vecinos alegan una nula presencia de las autoridades, que hasta el momento ni siquiera fueron a ver en qué condiciones quedaron. “Chapa y colchones es lo que más estamos necesitando. Necesitamos ayuda, yo tengo seis hijos”, dijo una madre de familia.

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Otra mujer destacó que el granizo descompuso todo el techo de su vivienda, lo que provocó que todas sus cosas queden totalmente mojadas. “Yo tengo tres personas enfermas a mi cargo. Una en silla de ruedas, por el momento nadie llegó para ayudarnos”, confirmó.

Cabe destacar que unas 100 familias fueron las afectadas en este asentamiento de Capiatá y aguardan que las autoridades lleguen al sitio.