Cristel Daliza Cabrera fue noticia hace unos días tras viralizarse una foto en la que se la ve sentada frente a una mesita vendiendo jugo para ayudar a su mamá a costear su tratamiento médico. Hoy, la pequeña de 10 años está hospitalizada y apela a la solidaridad de la ciudadanía para seguir dando batalla a la enfermedad que padece hace 5 años, el lupus. Quienes estén interesados en dar una mano pueden contactar al 0986 794-181, con su madre Ana Cabrera.
La niña se encuentra en estos momentos internada en el Hospital de Clínicas, ya que ayer fue trasladada de urgencia hasta el mencionado centro asistencial por un fuerte dolor debido a un “bulto” que se le formó en la nuca y que viene aquejándola hace varios días, según comentó Ana Cabrera. Los médicos están realizando varios estudios y no descartan una intervención quirúrgica.
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La mujer señaló que la dolencia sería causada por un problema en la médula espinal, según los doctores, pero todavía siguen analizando, por lo que los gastos suman y ya no cuenta con suficiente recurso económico para costear el tratamiento, más aún en caso que se requiera de una cirugía.
“Antes de ayer hicimos una hamburgueseada para recaudar fondos, porque en el hospital ya me adelantaron que lo más probable es que entre en cirugía, mi intención era hacer varias actividades similares para recaudar el dinero necesario para la operación, que me costaría aproximadamente G. 5 millones. Con la hamburgueseada junté G. 500 mil, pero inesperadamente ayer la tuve que retirar de la escuela porque ella se sintió mal, y acá estamos”, relató Ana.
Ante esta situación, la madre de la pequeña apela a la solidaridad de la ciudadanía, ya que manifestó ser una madre soltera que se dedica a la elaboración y venta de panificados, facturas y tortas para darle una vida digna a su hija, pero las recaídas como estas son constantes, por lo que le es imposible trabajar los días que Cristel permanece internada.
“Sé que puede parecer incómodo pedir este tipo de ayuda, pero acudimos incluso a autoridades nacionales pero no tuvimos respuesta favorable, nos dijeron que hay varios chicos como mi hija y no pueden ayudar a todos. Por esta razón me veo obligada a acudir a la ciudadanía, porque es la única que da la mano cuando se la necesita. El paraguayo es tan solidario y sé que esta no será la excepción, confío en Dios”, finalizó.