La ministra de la Niñez y la Adolescencia (Minna), Teresa Martínez, indicó que hay un gran factor ausente que no les permite desarrollar las políticas de rehabilitación de los niños cuando caen en adicción y es la ausencia total de dependencias de salud mental en los gobiernos municipales. Esto tras el crimen de un vendedor de chipa en el Mercado de Abasto a manos de una menor de 14 años en situación de calle.
“Estamos trabajando fuertemente en calles. Podemos retirar a los niños que no están acompañados, intervenimos sobre los niños que están viviendo situación de adicción en calle, pero el proceso de rehabilitación es absolutamente precario porque dependemos mucho de que ellos se queden, de que tengamos apoyo de su familia y normalmente ellos ya no se hacen cargo de los niños cuando entran en este proceso”, empezó diciendo en entrevista con la 1080 AM.
Dijo que esa dependencia de salud mental para la atención y el control de las adicciones es absolutamente necesaria, ya que eso es cuando ya caen en las adicciones. “El otro proceso es el comunitario y la necesidad de los espacios de cuidado por parte de la municipalidad para aquellos que ya están fuera del control parental, porque ese es el proceso que se inicia para que luego caigan en las adicciones”, expresó.
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Factores importantes
La titular del Minna refirió que ellos tienen refugios en comunidades muy marginales y que permiten mínimos resultados favorables. “Vemos que hay una reducción, pero eso solo no funciona, es insuficiente. Falta todo el resto del apoyo de fortalecimiento familiar. Hay muchos factores que abordan la pobreza multidimensional que no lo aborda un solo ministerio, sino que tienen que ser todos los que tienen programa de protección social”, enfatizó.
Martínez resaltó que esto no se produce solo con la pobreza, hay muchos factores y el acceso que los niños tienen a las drogas es un tema que se debe solucionar.
Caso menor que apuñaló al chipero
Comentó que tanto en el Mercado 4 como en el Abasto se llegó a poner un Centro de Atención Integral (CAI) para niños y que estaban funcionando, ya que se redujo la presencia de vendedores de droga en la calle, en la zona del mercado, pero que lamentablemente la pandemia vino a echar por tierra todos los procesos que se iniciaron.
Con relación al espacio donde estaba la adolescente que mató al chipero tras el robo de una riñonera, la ministra mencionó que el mismo fue denunciado 4 veces a la Defensa Pública por los educadores de calle del Minna para que se intervenga porque era un lugar donde se usaba como aguantadero.
Señaló que en un caso se sacó a 4 niños que están en proceso de desintoxicación, pero eso es algo que hay que reiterar. “Los que están haciendo el trabajo de abordaje en calle ven eso y denuncian. Es un proceso en el que tenemos que involucrarnos todos porque todos somos responsables y si no asumimos, no vamos a vencer esto”, afirmó.
Políticas públicas y municipios
En otro momento, Martínez manifestó que algunos municipios tienen políticas públicas y otros no. “Lo que nosotros estamos buscando es que todos asuman esa responsabilidad que tienen por su ley orgánica y por el código de la niñez. El municipio es el órgano más importante porque es ahí en ese territorio donde viven los niños y es ahí donde se tienen que instalar las políticas públicas”, expuso.
Lamentó que sean pocos los municipios como Misiones, Encarnación y Villa Elisa que están trabajando coordinadamente y que tienen sus políticas públicas para la atención a su niñez y aseguró que donde eso ocurre, la cosa es distinta porque se nota que hay una complementariedad entre la Gobernación, Municipalidad y el Gobierno, pero lamentablemente son menos.
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“La Municipalidad de Asunción es la más difícil de todas. Primero por lo complejo, algunas acciones apoyan, pero no tienen una política definida para la infancia. No tienen un programa específico para la niñez de Asunción. Hay una respuesta de ellos que los niños que viven en calle el 80% no son de Asunción, pero eso no indica que no tenga que tener una respuesta. En todo caso hay que articular con todos los municipios de donde vienen”, sostuvo.
Remarcó además que estos niños son invisibles hasta que cometen un delito o les pasa algo grave. “Al ser víctimas de un abuso o un maltrato fuerte, o si cometen un delito, antes no se los ve”, apuntó.