Este miércoles, se volvió tendencia en redes sociales un conocido y frecuentado bar de Asunción ubicado sobre Senador Long. Solo que no fue por su buen servicio o la calidad de sus productos, sino por varios videos en los que se ve a una familia de ratas recorriendo toda la cocina y a todo esto se suma el maltrato contra los propietarios del inmueble.
La denuncia contra los propietarios de Long Bar y Long Beach no solo fue por el evidente hecho de insalubridad, sino que también por los constantes abusos y maltrato contra los propietarios del inmueble que ya no pueden acceder al mismo.
“Hace mucho más de un año, incluso antes de la pandemia, que veo a mi mamá llorar todos los días por culpa de Long Bar, el famoso bar en Senador Long”, denunció en su cuenta de Instagram Kevin Houston. Destacó que la denuncia ya llegó a la Policía Nacional.
“Por culpa de la prepotencia, abusos, insultos graves y faltas de respeto constantes de parte de las personas dueñas de estos dos bares situados en nuestra propiedad, Long Bar y Long Beach y una pésima gestión de su local, hemos llegado a un límite de abusos que ya no podemos dejar pasar”, destacó.
Explicó que las personas que arrendan las instalaciones no pagaban la recolección de basura y la energía eléctrica, a todo esto se suma el maltrato a las personas que le alquilaba su propiedad. “Ratas en la cocina es el resultado de que no pagaban el retiro de basura. Hemos llegado a tener un bloqueo municipal por una multa de este mencionado bar por sanidad. ¡Que se vayan las ratas!”.
Aseguró que estas personas ordenaban que las basuras que sobraban en las champañeras y otras basuras sean tiradas en los registros de agua, lo que ocasionaba posteriores inundaciones, como bloqueos en las cañerías. “Claramente, no se hacían cargo. Se les pidió mil veces que no sigan estas actitudes dañinas y lo seguían haciendo”, afirmó.
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Deuda de 100 millones en la Ande
Aseguró que durante todo este tiempo les llegaban notificaciones de deudas gigantes de la Ande, ya que estaban tres meses enteros sin pagar. “Para que llegue la orden de desconexión y cuando venían a desconectar salían a avisar que estaban en camino a pagar la deuda. De esta manera no les cortaban la luz y pagaban con cheques”, confirmó.
Puntualizó que entregaban cheques a la Ande y posteriormente llamaban al banco a dar orden de no pago, acumulando así una deuda de más de 100 millones de guaraníes a nombre de la propietaria del local.
“Tratábamos de cerrar tratos con ellos y hacíamos nuestra parte, pero ellos nunca cumplieron en los acuerdos que llegamos. Siempre se han burlado de nosotros. Por esto, un día mi mamá estacionó su camioneta en el estacionamiento de nuestra propiedad como forma de protesta ante las injusticias y desaires constantes que recibimos de este grupo de gente. Al día siguiente su rueda estaba cortada. Uno de los tantos abusos y daños a nuestra propiedad privada”, ratificó.
“No tiene acceso a su propiedad”
Como última medida hicieron valer lo que dicta el contrato, procediendo a cortar la electricidad y cerrar el medidor bajo llave ante la falta de pago por dos meses. “Ellos de manera prepotente rompieron los candados, se volvieron a conectar, candadearon nuestros medidores con sus propios candados. Bloqueando el acceso a los medidores para que no podamos acceder a ellos”.
Teniendo en cuenta todo esto pidieron una orden judicial para la remoción del vehículo que bloqueaba los medidores y nuevamente cortaron la energía, esta vez sellaron los medidores con una plancha. “Logramos finalmente cortarles la luz y sacarles, pero ahora pusieron un generador que está colgado de la electricidad de la galería sin nuestro permiso, volvieron a conectar sus medidores y tienen a dos guardias ahí afuera que nos vuelven a prohibir el acceso”, concluyó.
Cansado de todos estos abusos por parte de este conglomerado, Kevin y su familia decidieron mostrar la situación por la que están pasando. Así también, para advertir a los posibles cliente la manera en la que manejan la salubridad de sus productos. Actualmente están llevando acabo el proceso de desalojo.