Desde el 2019, Nancy Johana Selent, oriunda de Obligado, está pasando por un verdadero calvario y dolores a causa de una negligencia médica. La mujer fue sometida a una cirugía de urgencia por una hernia de disco cervical. Lo que supuestamente sería una cirugía simple la dejó en silla de ruedas.

Ella responsabiliza de su situación a los médicos Hans Crup y Carlos Cárdenas, del sanatorio Alemán, donde se realizó la cirugía. Ambos ya fueron denunciados por lesión grave y acusados de ocultar su diagnóstico real. El caso actualmente se encuentra en manos del fiscal Reinaldo Castillo.

“No quise someterme a la cirugía por temor. Me negué, pero ambos médicos Crup y Cárdenas coincidieron en que era la única forma de calmar la dolencia que yo tenía”, dijo a los medios de prensa. Tras un mes de tratamiento y al ver resultados accedió a la cirugía como la solución.

Con todas las esperanzas puestas en los médicos empezaron a juntar el dinero para cubrir la cirugía. “Lo triste es que el día en que programamos la cirugía, ellos me dijeron que en tres días iba a volver a mi casa caminando, que era una cirugía sencilla”, sostuvo.

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Los médicos les explicaron que la cirugía era entrar y descomprimir la médula. “El 19 de agosto del 2019 ingresé a quirófano, fue una cirugía que duró unas ocho horas. De ahí salgo perdiendo totalmente la movilidad de ambos miembros, superior e inferior. No podía mover nada, ni siquiera un dedo”, sentenció.

Ante este nuevo síntoma ella volvió a ingresar a quirófano de urgencia y le hicieron una fístula. “Lo que sería una abertura en la capa que recubre la médula, pérdida de líquido por esa incisión, pero volví a salir sin movimiento”, indicó.

Nancy perdió toda la movilidad y recién en el 2020 volvieron los dolores, fue cuando tomó la decisión de recurrir a otro médico, quien le dijo que tiene una lesión medular crónica y severa. “Es irreversible, la lesión ocupa el 98% de la médula”, dijo.

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La afectada destacó que ella cuenta con estudios que demuestran que antes de la cirugía no padecía ninguna lesión en la médula, pero que la misma se presentó luego y que este diagnóstico fue disfrazado como shock medular por descompresión por estos médicos.

La mujer accionó contra los profesionales en el 2020, cuando en el hospital el Sirio-Libanés de Brasil le confirmaron que no tenía posibilidades de volver a caminar. “Toda mi vida cambió. Uso sondas, pañales y no puedo trabajar. Pido justicia”, mencionó.

Afirmó que el fiscal ni bien tomó el caso y sin hacer las investigaciones intentó cambiar la carátula del caso. “Pido que no sea una causa más encajonada en la Fiscalía y que los responsables tengan que pagar y que no haya nunca más una Nancy sentada en una silla de ruedas”, concluyó.