La bajante de los niveles de los principales cauces hídricos de nuestro país podría apeligrar el abastecimiento de agua potable para las poblaciones ribereñas. Los ríos Paraguay y Paraná están empezando a descender de vuelta, y expertos temen que se llegue a índices históricos nuevamente.
El directivo de Puerto Fénix, Ramón Álamo, manifestó que si la bajante de los ríos continúa de la misma manera, probablemente podría ocasionar la falta de agua en las ciudades y localidades ribereñas. Señaló que desde el año pasado los cauces hídricos vienen arrastrando con una inercia negativa y las lluvias que se produjeron en el verano no fueron suficientes para aumentar el volumen de las aguas.
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“En 1944 fue la peor sequía registrada hasta ahora en la región. Ahora también tenemos una bajante histórica, producto de la inercia negativa que viene desde el año pasado. Paraguay podría estar en una situación muy similar”, expresó en entrevista con la radio 1020 AM.
En ese sentido, Álamo recordó que Paraguay alcanzó niveles históricos de bajante el año pasado, cuando el hidrómetro en Asunción llegó a marcar los -0,52 metros. “Las lluvias fueron insuficientes en el verano y nunca se recuperó el nivel perdido. Entonces, venimos con esa inercia negativa. Vamos a estar este año en situación igual o peor”, advirtió.
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Esta situación preocupa porque es muy probable que se generen situaciones de falta de agua potable para las poblaciones ribereñas y las localidades que se encuentran a su alrededor. “Será la zona de primer impacto”, afirmó.
Álamo agregó que esta tendencia negativa se va acentuar en los meses de setiembre y octubre, y que incluso podría llegar a una situación bastante complicada en los próximos meses.
Además, en las diferentes nacientes de los ríos Paraguay y Paraná no se genera la suficiente cantidad del recurso vital. “En este momento no se habla tanto de la navegabilidad de las embarcaciones por el río, sino de la falta de agua para la población, lo que es más grave”, culminó.