Este año se cumplen 100 años de primera aplicación de una de las vacunas más antiguas contra la tuberculosis o BCG (bacilo de Calmette-Guérin) y que aún sigue vigente, que se aplica una única dosis en recién nacidos. La que deja una pequeña cicatriz en el brazo que permanece durante toda la vida.

La primera aplicación se realizó en París, el 18 de julio de 1921, hoy cientos de investigadores siguen estudiando a la enfermedad causada por la bacteria mycobacterium tuberculosis. Entre ellos se destaca a la investigadora paraguaya Chyntia Carolina Díaz Acosta, doctora en biología molecular y celular, investigadora y docente en micobacterias en la Universidad Nacional de Asunción (UNA).

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Desde el portal de noticias BBC Mundo destacaron el trabajo de la compatriota, quien explicó que la tuberculosis suele afectar principalmente a los pulmones y se transmite de persona a persona por vía aérea. La publicación fue igualmente destacada en las redes de la Universidad Nacional de Asunción.

“Cuando una persona con tuberculosis expulsa bacilos al toser, estornudar, hablar, entonces las personas que se encuentren cerca pueden inhalar estos bacilos e infectarse”, dijo a BBC Mundo la bioquímica paraguaya Chyntia Díaz Acosta.

Se aplica en el brazo preferentemente antes del año de vida. Foto: Nadia Monges.

Única dosis

Explicó cómo funciona la vacunación BCG, que se recomienda la primera y única vacunación en menores de 1 año, pero que lo recomendable es en el recién nacida. “En una dosis única que se administra por vía intradérmica en el brazo”, afirmó.

Resaltó que la vacuna hace que los ya vacunados no presenten formas graves de la enfermedad. “Cuando un niño vacunado entra en contacto con un paciente, lo que ocurre es que tendrá menor probabilidad de presentar formas graves de tuberculosis, al evitar la diseminación sanguínea de los bacilos que ingresaron a su organismo”.

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Aclaró que esta vacuna es muy importante ya que reduce la mortalidad infantil, además de mejorar el sistema inmunitario ante la tuberculosis, pero que lastimosamente no consigue evitar la infección primaria. “Ni la reactivación de la tuberculosis latente, que es la principal fuente de propagación de la micobacteria en la comunidad”, refirió la profesional.

Señaló que en países donde la tuberculosis es poco frecuente, la estrategia preferida es la vacunación de grupos de alto riesgo, pero que mayoría de los países con alta carga de morbilidad administran la vacuna BCG como parte de su programa nacional de inmunización pediátrica.

Vacunas BCG para recién nacidos, la misma protege contra meningitis y tuberculosis miliar. Foto: Gentileza.

Eficacia de la BCG

Así también, la profesional confirmó que el nivel de eficacia y proteción de la BCG continúa siendo controvertido, pese a que sea la más antigua de las vacunas utilizadas actualmente.

“Previene en los niños aproximadamente el 73% de la meningitis tuberculosa y el 77% de la tuberculosis miliar desde el nacimiento hasta los 5 años de edad, pero su eficacia contra la tuberculosis pulmonar pediátrica ha variado desde ninguna protección hasta una protección muy alta de 0 a 80%”, apuntó.

Aseguró que existe un consenso de que la BCG es protectora en niños y que por su bajo costo debe seguir desempeñando un importante papel en los Programas de Control de la Tuberculosis.

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Varias cepas BCG

“Actualmente existen diversas cepas de vacunas BCG, conocidas por el nombre del lugar de producción, como la cepa francesa Pasteur 1173 p2, la danesa 1331, la Glaxo 1077, la Tokio 172-1, la BCG Paris, que son utilizadas a nivel mundial. En términos de eficacia, ninguna cepa de BCG se ha descrito como la mejor”, expuso.

Nuestra compatriota coincide con Paul Fine, profesor de epidemiología de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en que la explicación más plausible se basa en las diferentes exposiciones a micobacterias ambientales de las personas que viven en climas cálidos y las que viven en climas fríos. “Esa exposición podría afectar la respuesta inmunitaria inducida por la vacuna o impactar en la medición de la eficacia”, refirió Díaz Acosta.

Sobre la tuberculosis y la BCG

La tuberculosis es una enfermedad que cada año mata a más de 1,4 millones de personas en el mundo, pero se estima que más de 100 millones de niños reciben la BCG cada año, y hasta la fecha más de 4 mil millones de dosis fueron administradas.

Se aplica en una única dosis en recién nacidos. Foto: Archivo.

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