El colegiado conformado por todos los obispos representantes de las diócesis y vicariatos del país cumple hoy 65 años de vida institucional. Se trata de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), institución que tiene por objetivo conseguir el mayor bien que la iglesia proporciona a los hombres y mujeres del país.
La CEP sentó su base institucional un día 20 de julio de 1956, tiempo en que comenzó el servicio insustituible para anudar, impulsar y sostener la colegialidad y la colaboración pastoral entre todos los obispos de Paraguay. Durante sus reuniones, los obispos ejercen unidos su cargo pastoral, tratando asuntos comunes e intercambiando experiencias y juicios que les permiten descubrir, sobre todo, las formas y métodos pastorales más acomodados a las circunstancias del tiempo y del país.
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“Celebramos 65 años de vida institucional. La CEP como tal comenzó a marchar a partir de 1956. Un hecho relevante para su constitución tiene que ver con el Consejo Episcopal Latinoamericano de Río de Janeiro, en el año 1955, cuando fue decisiva la presencia y actuación de las conferencias episcopales nacionales”, explicó Aníbal Casco, director de Comunicaciones y Prensa de la CEP.
Agregó: “Por eso un año después ya se creó la CEP, cuyo estatuto fue aprobado por la Santa Sede y empezó a tener su curso como institución que congrega a los obispos de Paraguay”.
La CEP es un colegiado integrado por todos los obispos representantes de las distintas diócesis del país. Las diócesis son jurisdicciones eclesiásticas que fueron conformadas y distribuidas por departamentos o región geográfica del país. A nivel nacional tenemos 13 diócesis que son categorías eclesiásticas constituidas por la Santa Sede y dos vicariatos que tienen un cargo menor a las diócesis.
Los dos vicariatos que hay en Paraguay son: el Vicariato Apostólico del Chaco, cuyo obispo representante es monseñor Gabriel Escobar, y el Vicariato Apostólico del Pilcomayo, cuyo obispo es monseñor Lucio Alfer, mientras que el resto son todas diócesis. En este sentido, la CEP aglutina a los obispos del país como institución que se reúne en tres ocasiones durante todo el año; en marzo, al iniciar el año; en julio para la asamblea general (la semana pasada concluyó 230° asamblea), y en noviembre.
En ese contexto asambleario los obispos deciden el destino de la Iglesia, discuten la realidad nacional eclesiástica, toman decisiones para el uso de la vida institucional y la vida eclesial. Esto, atendiendo a la importancia que tiene la institución colegial dentro de la sociedad, lo que dicen los obispos y lo que dice la Iglesia sobre temas de interés actual, según Casco.
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El presidente de la CEP es monseñor Adalberto Martínez Flores, obispo de Villarrica y administrador apostólico de las FFAA y la Policía Nacional. El vicepresidente es monseñor Pierre Jubinville, obispo de San Pedro, y el tesorero es el monseñor Francisco Javier Pistilli Scorzara, obispo de Encarnación. Mientras que el secretario general es monseñor Amancio Benítez, obispo de Benjamín Aceval. Todos ellos del periodo 2020/2023.