Un padre desesperado clama justicia por las negligencias cometidas a su pequeña de tan solo 2 años en el Instituto de Previsión Social (IPS). Hoy hace 10 días que la niña se encuentra internada en la unidad de terapia intensiva luchando para salvar su vida, tras una simple intervención en la que solamente le debieron revisar.
Según lo explicado por Derlis Casco, padre de la pequeña, su hija solo fue para una intervención de diagnóstico, que luego se convirtió en una pesadilla para la familia. “Fuimos la voz de mi hija que no habla, pero no nos escucharon. Mi hija lloraba en silencio, qué crueldad, Dios mío”, dijo en contacto con La Nación.
Comentó que tras la denuncia realizada ante los medios y la Fiscalía, el director médico del IPS, doctor Óscar Franco, salió a aclarar que la menor es una niña prematura y que eso acarreó la serie de problemas que presentó.
“Aclaro que mi hija nació con 38,2 semanas y con 3.340 gramos, eso está en su cuaderno pediátrico, en su libreta de vacunación y en el registro del hospital donde nació. No es como dijo el director médico, que fue prematura”, afirmó Casco.
Así también, Franco indicó que la menor padecía de enterocolitis necrotizante, pero esto fue desmentido por el padre. “Se tuvo sospecha en su momento. Así también el doctor mencionó que se hizo una ostomía; así fue, pero nunca se resecó parte de su intestino, está claramente detallado en el informe del Hospital Garraham sobre el procedimiento realizado”, afirmó el padre.
Explicó que su hija ingresó para una laparotomía con fines de diagnóstico para hacerle el cierre y la restitución más adelante. “Ella tenía una ileostomía funcionando, que fue perforada en la primera cirugía. Si bien al salir del quirófano ellos aclararon que no tocaron esa porción, solo el colon, por qué entonces tiene una perforación a 10 cm de su ostomía”, señaló.
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Serie de complicaciones
Derlis Casco manifestó que el director médico refirió que se esperaban complicaciones y que resultó en la perforación intestinal; la segunda complicación fue que no prendió el punto de sutura y la tercera fue la vesícula cortada, donde tampoco prendió el punto.
“En la segunda cirugía recién nos avisaron que al término de la primera cirugía no vieron su vesícula y que le hicieron un corte, por lo que le practicaron una sutura. Ingresó después de la segunda cirugía ya en estado grave, delicada, pasó tres días en la sala prequirúrgica-posquirúrgica, sin monitorización continua”, aseguró el padre.
En otro momento, aclaró que según las declaraciones del doctor Franco, el intestino adherido está muy pegado. A criterio del padre, esto se debe a las múltiples cirugías y a las manipulaciones. “Con 500cc de líquido intestinal recorriendo ese abdomen, lo dejaron peor y luego con la bilis recorriendo también. Nosotros manifestamos una y otra vez el dolor que presentaba nuestra hija, pero recién al tercer día nos hicieron caso”, sentenció Casco.
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