Comunidad indígena denuncia que guardias privados acosan a menores de edad
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Francisco Martínez, líder indígena de la comunidad Akaraymi, denunció que guardias de una empresa denominada Tigre supuestamente amedrentan y acosan a niñas de entre 12 a 15 años y a madres con sus bebés en brazos, por lo que la población vive con temor en la ciudad de Hernandarias, en el departamento de Alto Paraná, informó el periodista Aníbal Emery. El sitio está ubicado a más de 335 kilómetros de Asunción.
“Los de Tigre están abusando. Se instalaron frente a su campamento y la gente de ahí persigue a las adolescentes menores de edad, le persiguen demasiado y eso es muy grave que suceda. Tenemos pruebas. Los guardias son privados de la empresa Tigre, le silban, le hinchan, nos molesta eso porque eso no se hace”, expresó Martínez.
Señalan que fueron desalojados de tierras que les pertenecen, el pasado 9 de junio, llevándose frazadas y abrigos por parte de estas personas. Acusan que, además, mataron a animales e incluso cría de gatos. Aseguran que se quedaron sin ninguna pertenencia por lo que tuvieron que desplazarse. “Nos estamos quedando al lado de la propiedad de una maderera argentina”, declaró el vocero de los nativos.
En tanto que Bienvenido Núñez, integrante de la comunidad, manifestó que son 80 familias que formaban parte de esta comunidad; sin embargo, alrededor de 50 familias se fueron del sitio ante el temor de sufrir hechos de violencia. Los nativos señalan que los guardias incluso taparon pozos de donde sacan agua para el consumo de la comunidad también con el fin de que se vayan del sitio. “Ahora no llegan ni a 30 porque le hacen tener miedo”, manifestó.
Hambre Cero llega por primera vez a la comunidad indígena Sawhoyamaxa, sembrando futuro en el Chaco
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La copiosa lluvia que abrazaba el lodoso camino hacia la comunidad Sawhoyamaxa, en el corazón del Chaco paraguayo, no logró empañar la celebración que allí se vivía. Por primera vez en su historia, esta comunidad del Pueblo Enxet Sur, cuyo nombre evoca un pasado de escasez “del lugar donde se acabaron los cocos”, recibe el programaHambre Cero, una iniciativa que promete transformar el presente y futuro de sus niños y niñas.
A unos 370 kilómetros de la capital, en una tierra marcada por históricas luchas por el reconocimiento de sus derechos ancestrales, como aquella emblemática restitución de 14.404 hectáreas lograda en 2014 tras un largo litigio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la llegada de Hambre Cero a las cuatro escuelas indígenas de Sawhoyamaxa marca un hito trascendental.
Ahora, los cerca de 280 estudiantes indígenas de estas instituciones educativas reciben diariamente desayuno, almuerzo y merienda, una garantía alimentaria que va mucho más allá de llenar estómagos vacíos.
Como relata con emoción el docente y líder de la comunidad, Eriberto Ayala, “a la mayoría de los que habitamos Sawhoyamaxa nos tocó la mayor parte de la infancia al costado de la ruta, hoy en día, podríamos decir que tuvo un impacto muy positivo lo que antes era un derecho denegado”.
“Hoy en día podemos decir que el Estado se está responsabilizando de la protección en materia social con la comunidad indígena del bajo Chaco. Creo que es algo muy ponderable”, añadió.
Cerca de 300 niños de esta comunidad indígena son beneficiarios de Hambre Cero. Foto: Gentileza
No se limita a entrega de alimentos
La implementación del programa no se limita a la entrega de alimentos. Hambre Cero también contempla la construcción e instalación de cocinas equipadas en cada escuela, dotadas de espacios para el almacenamiento, refrigeración y la adecuada preparación de las comidas.
Además, se ha concretado la contratación de una cocinera, una asistente y una limpiadora por cada promedio de 80 alumnos, generando oportunidades de empleo dentro de la propia comunidad.
La motivación que irradia esta iniciativa es palpable. La directora escolar, Alma Escobar, comparte su alivio y la transformación que ha presenciado. “Hambre Cero fue un programa que desde un comienzo no sabíamos cómo iba a funcionar, verdad. Yo busqué colaboradoras, nuestras cocineras siempre fueron colaboradoras de la escuela, ellos no sabían que iban a tener una remuneración. Contentas ellas dijeron: ‘Bueno, yo voy a cocinar, yo voy a ayudar’. Y es así que a mí me alivianó mucho esta tarea porque yo vengo, por ejemplo, la que es ayudante ya me ayuda a limpiar las clases también, y ellas muy contentas están, contentos ahora con ser parte de la institución”.
La profesora Celeste Cristaldo corrobora este impacto positivo en la asistencia escolar, incluso bajo la intensa lluvia chaqueña: “Ahora ya no faltan a la escuela”.
Poderoso incentivo
La alimentación se ha convertido en un poderoso incentivo para que los niños y niñas enxet acudan a sus aulas con renovado entusiasmo. Como bien lo resume Eriberto Ayala: “Si bien hay un dicho que dice de que el hombre con hambre no puede pensar bien, ahora con este programa los chicos aprenden, eh, se sienten muy familiarizados, no solamente por esta cuestión del programa de Hambre Cero, sino que se muestran más alegres, con entusiasmo de seguir aprendiendo cada día en la escuela”.
La llegada de Hambre Cero a Sawhoyamaxa es un paso significativo dentro de un esfuerzo estatal más amplio. Según datos del Ministerio de Desarrollo Social, 11.869 estudiantes indígenas matriculados en el Chaco ya se benefician de este programa. De ellos, 1.074 se encuentran en Alto Paraguay, 4.335 en Presidente Hayes y 6.460 en Boquerón.
Para las escuelas de la comunidad Sawhoyamaxa, esto se traduce en un apoyo vital para sus 80 alumnos de la Escuela N⁰ 6.250 Sawhoyamaxa Centro, los 80 de la Escuela N⁰ 8.209 “12 de Octubre”, los 50 de la Escuela N⁰ 8.389 “24 de Enero” de Santa Elisa y los 70 de la Escuela N⁰ 7.700 “16 de Agosto”.
La implementación de Hambre Cero en estas comunidades indígenas del Chaco no solo garantiza una alimentación nutritiva para los estudiantes, sino que también representa un reconocimiento de sus derechos y una inversión en su futuro.
En una tierra donde la lucha por la dignidad ha sido una constante, la llegada de este programa siembra semillas de esperanza y bienestar, permitiendo que los niños y niñas indígenas puedan crecer, aprender y soñar con un futuro más próspero. La historia de Sawhoyamaxa, marcada por la resiliencia y la búsqueda de justicia, escribe hoy un nuevo y esperanzador capítulo gracias a un plato de comida caliente en sus escuelas.
Pese a la distancia, Hambre Cero llega por primera vez a esta comunidad indígena. Foto: Gentileza
Alto Paraná: mujer falleció tras ser golpeada por una moto y luego arrollada por un auto
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Este miércoles, un accidente con derivación fatal se reportó en Ciudad del Este, donde falleció una mujer que intentaba cruzar la ruta PY 02 y fue embestida por una moto para luego ser arrollada por un automóvil. Durante el percance el acompañante del motociclista cayó y quedó gravemente herido, ambos fueron trasladados hasta un centro asistencial para su atención.
Según el reporte policial, el hecho se registró cerca de las 18:00 de hoy miércoles, cuando la mujer identificada como Noelia Mercedes Cabral Escobar, de 31 años, intentaba cruzar la ruta principal en el barrio General Pablo Rojas de Alto Paraná. Cuando por fin lo iba a hacer fue alcanzada y embestida por un motociclista que circulaba a gran velocidad y ya no pudo detener la marcha cuando la víctima le salió al paso.
La moto de la marca Kenton modelo GTR era guiada por Hugo Richard Benítez Cabrera, quien iba acompañado por un hombre cuya identidad aún se desconoce. Tras golpear a la mujer, ambos cayeron a la capa asfáltica y la persona que lo acompañaba quedó inconsciente, por lo que fue derivada hasta el Instituto de Previsión Social (IPS). “La persona que iba con el motociclista se llevó la peor parte”, detalló el oficial Edgar Ávalos, en entrevista con el corresponsal de Nación Media.
Luego de ser golpeada por la moto, Noelia cayó al suelo y en ese momento fue arrollada por un automóvil de color rojo conducido por Ever Hugo González Viera, de 44 años. El caso fue comunicado a la agente fiscal Julia González, en el lugar se aguarda a los profesionales, médico forense y Criminalística de la Policía Nacional.
“La víctima fatal intentó cruzar la ruta desde el paseo central hacia la acera, donde primeramente fue embestida por la motocicleta y luego por el automóvil Toyota, ambos se encontraban circulando sobre la citada arteria en dirección oeste. Los bomberos voluntarios constataron el deceso de la víctima en el mismo lugar”, confirmó.
Con el objetivo de fomentar la competitividad y la sostenibilidad del sector agroindustrial a través de la producción de colza (canola), el viceministro de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), Javier Viveros, firmó un convenio de cofinanciamiento con una empresa privada del departamento de Alto Paraná.
Este convenio permitirá la realización del “Simposio Regional e Internacional de la Cadena Productiva de la Colza 2025, con Énfasis en Sostenibilidad”, un evento que busca promover la producción de canola a nivel local como alternativa rentable y sostenible, enfocándose en la exportación de aceite refinado.
El viceministro Javier Viveros destacó que esta firma representa una oportunidad única para diversificar los cultivos de invierno y fortalecer la industria local, con miras a la internacionalización y resaltó el compromiso del gobierno con el desarrollo sostenible y el bienestar de las comunidades agrícolas.
Este convenio tiene como objetivo principal fortalecer la cadena productiva de la canola en los departamentos de Alto Paranáe Itapúa para desarrollar la economía de estas comunidades agrícolas. Respecto al simposio, desde el MIC indican que se realizará con el fin de promover el intercambio de conocimientos, así también, consolidar a Paraguay como un actor clave en el mercado global de canola, abriendo nuevas oportunidades para el sector agroindustrial nacional.
La empresa firmante, Copordini S. A., es un referente en la industrialización de la canola en Paraguay, con una capacidad de producción anual de 25.000 toneladas. Nacida de la fusión entre la Cooperativa de Producción Agropecuaria Naranjal Ltda. (Copronar) y Pordini S. A.
En Paraguay aún falta mayor impulso para que cada vez más productores apuesten por esta especie de oleaginosa. En 2024, la siembra alcanzó unas 60.000 hectáreas. Según datos del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), de 2022 a 2023 creció en 13.805 hectáreas, pasando de 78.189 a 91.993 hectáreas.