Las redes sociales se han convertido en el lugar favorito para cientos de usuarios que exponen todo tipo de problemas, aprovechando muchas veces para intentar confundir, situación que se agrava cuando medios de comunicación masivos expanden estos hechos a través de sus diferentes plataformas informativas, con variados objetivos e intereses.

Es lo que sucedió el fin de semana pasado, cuando fue publicada una supuesta persecución al ingeniero Hermann Pankow por parte del Ministerio Público, hecho que motivó su huida al Brasil para luego solicitar refugio político al vecino país, algo que ya lo vivimos con otros prófugos de la justicia paraguaya, como los supuestos secuestradores Víctor Colmán, Juan Arrom y Anuncio Martí, quienes tras el secuestro de María Edith Bordón recibieron refugio político en Brasil, desde donde huyeron vía Uruguay para refugiarse en Finlandia.

Pankow presentó ante el Ministerio Público una denuncia por homici­dio culposo contra las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), por supuestas debilidades en la construcción de varias obras de la citada institución esta­tal, como la falta de barandas en puentes, pero además fue acusado por la Fiscalía por denuncia falsa.

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Según sus publicaciones en redes sociales, todas decoradas con fotografías donde se lo ve disfrutando de las playas del vecino país, el ingeniero que es requerido para rendir cuentas ante la justicia paraguaya es perseguido por haber realizado estas denuncias.

Sin embargo, según consta en los expedientes judiciales, Hermann Pankow fue procesado penalmente en el 2017 por violencia familiar, donde el entonces juez Paulino Escobar había elevado a juicio oral el caso.

Asimismo, tuvo otros dos procesos penales por incumplimiento del deber alimentario por no pasarles alimentos a sus hijos, y fue multado con G. 7.850.400 por presentar suce­sivas recusaciones en la causa que enfrenta por violencia doméstica, que motivaron la suspensión de la citada diligencia judicial.

La resolución del magistrado señaló que fue evidente el abuso de las faculta­des concedidas al procesado por el Código Procesal Penal (CPP), por lo que corres­pondía aplicar la sanción eco­nómica.

Su ahora expareja relató, supuestamente, ante una escribana pública cómo Pankow cobraba sumas quincenales (entre 2 y 5 millones de guaraníes), “por las gestiones que realizaba para frenar la obra del metrobús”, según consta en el documento público.

El ingeniero Hermann Pankow, quien tiene pendiente el pedido de refugio político en el Brasil, también fue denunciado por atacar licitaciones legítimamente ganadas por otras empresas, de manera tal a favorecer a otras empresas. Una de ellas supuestamente vinculada a una senadora del entorno abdo-luguista y apoyada con la complicidad de algunos medios de comunicación, que también tendrían sus propios intereses en dichas licitaciones.

Son varias las órdenes de captura emitidas por el Ministerio Público en contra de Pankow. Su actual abogado, Guillermo Ferreiro, sobrino del exintendente de Asunción, Mario Ferreiro, explicó que son por las denuncias que él mismo habría realizado y también otras por una causa de índole familiar, contradiciendo lo expresado por su cliente.

Tampoco es de sorprender que los ataques mediáticos al trabajo del Ministerio Público partan de personas acusadas por delitos comunes, quienes buscan politizar su situación, victimizándose como “perseguidos políticos”. Tal como sucediera con el presidente del PLRA, Efraín Alegre, y con el propio Mario Ferreiro, tío del abogado Guillermo Ferreiro, y presidente del Partido Revolucionario Febrerista, quien por su parte también “desciende a las arenas” de las redes sociales, discutiendo con perfiles falsos y compartiendo memes de autoridades nacionales.

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