Pedro Juan Caballero (Emerson Dutra, corresponsal)
El moderno artefacto, que fue instalado estratégicamente en la vecina ciudad de Ponta Porá, Brasil, localidad que hace frontera con la terraza del país, empezó a funcionar desde ayer. Su misión será detectar el ingreso de aeronaves que, desde la capital departamental, ingresan al espacio aéreo brasileño llevando cargamento de drogas o armas.
Así informó el propio presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, durante la inauguración del moderno radar que el gobierno federal instaló en el otro lado de la línea de frontera. “Nuestra frontera tendrá mayor paz y tranquilidad con la fiscalización, con el control intenso y combate del tráfico de armas y drogas”, afirmó.
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Datos revelan que, con la inauguración de ese moderno radar, suman tres los artefactos que tendrán la misión de controlar el espacio aéreo en toda la zona de frontera, lado brasileño.
Los mismos operarán las 24 horas, durante todo el año. A partir de ahora, cualquier aeronave que ingrese al espacio aéreo brasileño, desde nuestro país, será interceptado por esos artefactos que costaron 127 millones de reales al gobierno de Bolsonaro.
La información será transmitida de inmediato a la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), unidad militar que dispondrá de aeronaves de guerra preparada para levantar vuelo e interceptar esos aviones. La inauguración y puesta en funcionamiento de ese moderno radar hizo temblar a la poderosa mafia de frontera.
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