La Red Latinoamericana por la Educación reconoció a la docente indígena María Yarati por sus esfuerzos para que sus alumnos sigan aprendiendo y su compromiso con la comunidad y con la educación, en un contexto de alta vulnerabilidad agravado por los efectos de la pandemia. La docente pertenece al pueblo Qom, vive en Cerrito, a unos 200 kilómetros de distancia de la comunidad Jerusalén, donde enseña.

Tras el cierre de las escuelas en marzo del 2020, Yarati buscó las formas para posibilitar que los estudiantes continúen sus procesos educativos. Asumió su compromiso con creatividad, innovación, empatía y solidaridad, brindando acompañamiento y contención socioemocional a las familias, tan necesarios en tiempos de crisis.

Sueña con erradicar el analfabetismo

Yarati en su primer intento por el contacto con sus alumnos a inicios de la pandemia, con restricciones y aislamiento total creó grupos de WhatsApp para enviar las tareas, pero tropezó con la realidad de que solo el 5% de los padres de esta comunidad contaba con teléfonos celulares. Luego, como otra alternativa le surgió hacer fotocopias -que ella misma pagó y enviarlas por encomienda, que finalmente también fracasó porque los padres no sabían leer ni escribir para acompañar el proceso de sus hijos.

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Sin embargo, apenas se volvió a habilitar el transporte público, la docente se trasladó a la comunidad Jerusalén para acompañar el proceso de aprendizaje de las familias. En ese contexto, la maestra destacó que los padres se están involucrando más en el proceso de aprendizaje de sus hijos y asegura que incorporar la tecnología es fundamental.

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Yarati considera que no existe género para ningún oficio, enseña a sus alumnos que deben seguir estudiando para aportar a la sociedad desde lo que quieran ser y sueña con acabar con el analfabetismo.

“Como pueblos indígenas estamos uniendo esfuerzos, conocimientos, recursos para proyectar todo nuestro ser, pensar, sentir, contribuir a una educación desde nuestro pueblo para nuestro pueblo, enriqueciendo con los demás saberes. Necesitamos más espacio, recurso humano y financiero para que ningún niño indígena, campesino, rural y urbana, sea solo índice de deserción o marginalidad”, indicó Yarati en un diálogo con Juntos por la Educación.

Datos sobre la situación de los pueblos indígenas

En Paraguay, según datos de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) del 2014, la población indígena está compuesta por 19 pueblos que pertenecen a 5 familias lingüísticas (Guaraní, Lengua Maskoy, Mataco Mataguayo, Zamuco y Guaicurú), cada una con sus propias culturas, sus cosmovisiones y sus lenguas autóctonas.

Del total de la población paraguaya, el 1,8% representa a los pueblos indígenas; es decir, 117.150 personas. La familia Guaraní representa al 54,7% de la población, seguida de las familias de Lengua Maskoy (23,6%), Mataco Mataguayo (15,2%), Zamuco (4,0%) y Guaicurú (1,7%).

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Uno de los desafíos más importantes para con la población indígena es garantizar el derecho a la educación, y existen normativas nacionales e internacionales que así lo indican. Sin embargo, al observar los datos de la realidad, se evidencian aún situaciones de inequidad en el acceso a la educación y la garantía de este derecho.

Reconocimiento

El reconocimiento a las prácticas innovadoras de Reduca es una oportunidad para compartir iniciativas inspiradoras y honrar a docentes de 16 países de América Latina y el Caribe. En Paraguay, Juntos por la Educación, miembro de la organización, propuso otorgar este reconocimiento a María Yarati.

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