Ciudad del Este. Agencia Regional.
Ayudó a sus padres en el campo, ya sea ordeñando leche o en la chacra con el cultivo, fue doméstica en Foz de Yguazú (Brasil) en vacaciones escolares, enfrentó lluvias y barro de madrugada desde la comunidad El Triunfo de Minga Guazú para hacer el curso de ingreso a la carrera de ingeniería agronómica de la Universidad Nacional del Este. Tras ingresar con méritos, siguió trabajando fuera de la casa y dentro de la misma, cuidando a su familia en medio del estudio, mientras su madre trabajaba también en Foz de Yguazú porque la agricultura familiar no era suficiente.
Se trata de Librada Raquel Miranda Alcaraz, de 29 años, quien se encontraba en pleno ascenso profesional como agrónoma, cuando por negligencia médica –según la familia– esa vida de lucha por un sueño acabó en una cama donde sigue postrada desde hace un año y cuatro meses. Mediante el cuidado de su gente y la asistencia profesional, hace unos días mostró el signo más relevante de su recuperación, una tímida sonrisa que llenó de alegría a la familia y a los amigos tras estar en estado vegetativo un año y cuatro meses. La Nación compartió ese momento.
Su hijo Luis Francisco sufrió quemaduras de gravedad expuesto a una estufa por falta de incubadora y tras ser dado de alta, está creciendo al cuidado de su padre y sin su madre. A raíz de eso, fue presentada una querella por lesión culposa contra las médicas Rossana Nikonchuk Chichik (ginecóloga y cirujana) y Gricelda Edith Sánchez Ulbl (pediatra).
Para el 2 de junio próximo está previsto el inicio del juicio oral contra las citadas por supuesta negligencia médica. La familia Miranda y una gran red de solidaridad esperan justicia tras este año de dolor que marca la vida de esta familia, según explicaron a La Nación Reinaldo Miranda y su hijo Edilberto Miranda Alcaraz. La tragedia les alejó de la comunidad El Triunfo para vivir en Ciudad del Este en una casa alquilada, donde Raquel recibe el tratamiento que la ayuda a recuperarse. Cada pequeño gesto que logran ver en Raquel, la familia celebra y no pierde la esperanza de volverla a tener plenamente restablecida.
En el Facebook existe una cuenta llamada “Todos por Raquel Miranda”, donde se comparte su proceso e intervienen las personas para dar ánimo y muestras de solidaridad. En tal sentido, tanto el intendente Digno Martínez como la Junta Municipal de Minga Guazú emitieron resoluciones de solidaridad con Raquel Miranda y su familia, además de reclamar justicia por su caso. La víctima es de dicho municipio.
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Caso judicial
El abogado Delio Giménez es quien lleva la querella autónoma promovida por Reinaldo Miranda Noguera, padre de la víctima Librada Raquel Miranda Alcaraz, y Silvino Galeano Cardozo, esposo y padre del pequeño Luis Francisco Galeano Miranda, de un año y cuatro meses. Tanto la mujer como su hijo “fueron víctimas directas de lesión culposa cometida por las querelladas por negligencia médica durante la realización de una cesárea en el Sanatorio Central el 3 de enero del 2020”, dice parte del escrito presentado hace un año ante la instancia penal de Ciudad del Este.
Librada Raquel fue a consulta con su ginecóloga por pérdida de líquido y a sugerencia de la médica se procedió a una intervención quirúrgica para el nacimiento del niño, sin ninguna otra patología, según la explicación de la familia y consignada en la acusación. Nació el niño en forma prematura, pero Raquel fue traslada de urgencia al Sanatorio Internacional porque sufrió un paro cardiorrespiratorio y no se disponía en el lugar de una cama en la unidad de terapia intensiva. Estuvo cinco días en Internacional para luego ser trasladada al Hospital IPS, de donde salió 20 días después.
Había salido del Sanatorio Central con una encefalopatía hipoxia isquémica, de acuerdo a la acusación. La mujer quedó inmóvil, con graves problemas neurológicos, que según el abogado Delio Giménez serán plenamente demostrados en el juicio. Un tribunal unipersonal a cargo de la jueza Flavia Recalde, del Juzgado Penal de Sentencia número 4, es el que tratará el caso el próximo 2 de junio.
Un minuto de tragedia que cambió todo
Edilberto Miranda es el único hermano de Librada Raquel, menor que ella, quien es licenciado contable y fuera de su horario de trabajo asumió la responsabilidad junto a sus padres. En sus diálogos con La Nación, Edilberto hace ver cuánto cambió la vida de todos en la casa tras esa tragedia. Después del trabajo, la atención a la hermana es la prioridad, con la fisioterapia y los cuidados necesarios.
Con dolor manifiesta los momentos de terror que vivieron en el sanatorio y el convencimiento de que una acción tan negligente no puede quedar impune. Además de la tristeza con la que conviven al ver a una joven vida postrada en cama, la situación les genera unos gastos que les superaron ampliamente. Sin embargo, la solidaridad de compañeros de trabajo, de la comunidad El Triunfo y de mucha gente les ha permitido enfrentar la situación, según su relato.
“Siempre fue una luchadora, no escatimó sacrificios, al igual que nuestros padres para que estudiara; recuerdo que vendieron la última vaca que teníamos para que ella pueda iniciar su carrera. Y luego de formarse, ayudó siempre a mis padres como por ejemplo para tener un invernadero y mejores condiciones de producción en el cultivo”, dijo Edilberto sobre su hermana Raquel. Agregó que, habiendo escalado profesionalmente, no se olvidó de su gente y ayudaba a todos en lo que podía.