“Creo en las segundas oportunidades. Hemos aprendido de nuestro error y queremos reinsertarnos nuevamente”, expresa Erika Matilde O’Higgins, de 39 años, que se ha convertido en la primera reclusa con el régimen de semilibertad otorgado por el Ministerio de Justicia; y que, entre rejas, descubrió su talento para la cocina, que la llevó a convertirse en chef y a emprender su propio proyecto gastronómico.
La empresa de pastelería y chocolatería artesanal “Mama Pan” de Sabrina Oxilia ha seleccionado a Erika para integrar su staff. Tras haber estado recluida en la cárcel del Buen Pastor, ella reside actualmente en el “Hogar Nueva Oportunidad”, dependiente del Ministerio de Justicia, destinado para reclusas con buena conducta que cumplen régimen especial antes de salir en libertad. De hecho, la mujer espera una próxima audiencia para tratar de acceder a su libertad condicional.
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En el marco de este régimen de semilibertad, Erika acude a su empleo como cocinera gourmet durante 5 horas y tres días a la semana, los lunes, miércoles y viernes; luego regresa al establecimiento penitenciario. Además, se le permiten salidas transitorias de viernes a domingo.
“Esta es la verdadera oportunidad que todas las personas privadas de libertad necesitamos para reinsertarnos en la sociedad, ya teniendo un trabajo, una cultura laboral con una empresa”, dijo la beneficiaria de este proyecto, recluida hace 5 años y 3 meses.
“También el Estado está obligado a prepararte durante ese encierro para que vos vuelvas a reinsertaarte en la sociedad”, expresa Erika, ante las cámaras del SNT. “Que no vuelvas a cometer ningún daño contra ninguna persona, que vuelvas a ser una persona socialmente estable. Entonces, es muy importante la reinserción”, afirma.
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Compañera de celda de Moria Casán
Anecdóticamente, Erika O’Higgins fue una de las compañeras de celda de la conocida vedette argentina Moria Casán, quien estuvo recluida en El Buen Pastor, en 2015, debido al supuesto robo de una valiosa joya y agravó su situación al ser descubierta con cocaína. Luego, Moria realizó una visita de cortesía a sus amigas paraguayas en febrero de 2017.
La historia de Erika O’Higgins con la cocina nació tras las rejas, cuando comenzó a preparar pizzas caseras para otras internas y personal de la cárcel. Con el gusto por la gastronomía prendido, siguió los cursos de capacitación hasta alcanzar el título de chef, gracias a los módulos ofrecidos por el Instituto de Gastronomía IGA.
Consecuentemente, montó un comedor en el Hogar Nueva Oportunidad, donde decidió salirse de un menú convencional, para darse alas con propuestas más gourmet, por mencionar, costilla de cerdo a la miel, o zapallitos rellenos, hasta lomito a la pimienta. Con este perfil contruido gracias a la reinserción, Erika apunta a crecer con futuros proyectos gastronómicos personales.