Una propuesta para intentar contribuir con la ralentización del contagio del COVID-19 fue presentada ante el Ministerio de Salud, la cual se basa en la utilización de tapabocas de diferentes colores según la situación de salud que tenga. Por ejemplo, personas contagiadas y que se ven obligadas a realizar actividades de asistencia a otros familiares, utilizan la mascarilla roja. Una persona que tuvo contacto con un positivo y está aguardando para conocer su resultado, un tapabocas de otro color.
Griselda Elizeche, coordinadora de la Red de Medios Online, es quien acercó la propuesta hasta la cartera sanitaria tras una reunión que mantuvo con el director de Operaciones COVID, Gustavo Montañez.
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El color rojo está indicado para las personas que portan la enfermedad, pero que por algún motivo no pueden realizar el aislamiento correspondiente. Sobre esto, Elizeche explicó a La Nación que en los hospitales hay familias enteras contagiadas, algunos de los miembros internados que necesitan de la ayuda constante de sus parientes. “Entonces, personas que están contagiadas se ven obligadas a ir a comprar medicamentos, volver al hospital y asistir a los suyos”, expresó.
Un segundo color, el amarillo, sería para aquellas personas que tuvieron contacto con algún positivo o están teniendo síntomas y que están esperando sus respectivos resultados de la prueba del COVID-19. Para aquellos que dieron negativo a la enfermedad, Elizeche consideró que podrían utilizar un tapabocas de color verde. Este mismo color podría ser utilizado por las personas ya vacunadas contra el letal virus.
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A criterio de la activista, esto serviría para crear mayor conciencia ciudadana y la aceptación de que la situación está lejos de mejorar. Entonces, la sociedad debe empezar a buscar propuestas creativas para mejorar la respuesta preventiva en contra el virus.
Elizeche reconoció que la única objeción de esta iniciativa es el asunto de la estigmatización de los contagiados y posibles contagiados. Al respecto, mencionó que es un asunto que debe ser tratado con amplia y clara comunicación, apelando a la empatía de la ciudadanía.
Por último, reveló que está en contacto con varias autoridades municipales a fin de lograr el acompañamiento e implementación de la propuesta, primero como una suerte de plan piloto a fin de conocer la factibilidad.