La proliferación de las casas de apuestas a nivel mundial colaboró para que cada vez más se incremente la cantidad de personas apasionadas por el juego de azar.
Si bien, no se puede dejar de reconocer que una apuesta puede ser muy gratificante económicamente, si es planificada de manera correcta y la suerte está del lado del jugador, también puede ser el inicio de un problema al no ser controlada, transformando el juego en una adicción y volviendo al apostador en un ludópata.
La ludopatía es un deseo irrefrenable de continuar apostando a pesar de ser consciente sobre las consecuencias negativas que puede generar esa acción, como, por ejemplo, una quebrada financiera.
No obstante, es muy importante no confundir la ludopatía con la simple gana de realizar alguna apuesta ocasional e incluso regularmente, siempre y cuando esta no comprometa las finanzas personales.
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Para evitar confusiones y dejar en claro, un verdadero ludópata es aquella persona consciente de no contar con un determinado ingreso para realizar sus apuestas, pero de igual manera decide jugar.
Desde el ámbito científico, la ludopatía es considerada un trastorno de índole psicológico que genera una urgencia incontrolable de hacer una apuesta, bajo la excusa de que esa jugada puede ser la oportunidad para recuperar el monto ya perdido. Incluso, muchas personas que padecen de este trastorno piensan que podrían “salvarse económicamente” con una jugada grande.
Jugar con consciencia
El juego de azar es inofensivo siempre y cuando sea controlado, por eso, un punto primordial que debe tener en cuenta un jugador al momento de ingresar en un casino online o físico, es saber el momento de cuándo parar o retirarse del juego.
La conciencia sobre las posibles consecuencias es fundamental, ya que eso permite establecer un tope máximo de pérdidas. El deseo de apostar más o seguir apostando siempre está presente, ya sea en el momento de suerte o en el momento de una mala racha.
Ese impulso o deseo de querer seguir apostando normalmente es generado por ese subconsciente que hace creer al jugador tener la razón o que la suerte estará de su lado en ese momento.
¿Cómo evitar la ludopatía?
Entendidos en la materia sostienen que para evitar la ludopatía, lo primero que hay que hacer es comprender el comportamiento que lleva a uno a apostar cuando no tiene dinero, y ser consciente de que la situación personal podría verse comprometida.
En ese sentido, explican que una cosa es realizar una jugada “planificada” y otra es que de un momento para otro aparezca un impulso irrefrenable, fuera de toda lógica, que obligue a ingresar dinero.
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Ante la aparición de ese impulso, la sugerencia es que, si la apuesta es realizada a través del smartphone, el jugador deje de lado por unos minutos el teléfono y analice si esa cantidad que apostará comprometerá o no sus finanzas personales.
Otra opción recomendada por los especialistas es determinar un monto fijo mensual, quincenal, semanal o diario para las apuestas, sin que ese monto sea aumentado en ninguna circunstancia. Esta práctica ayudará a mantener un juego controlado, indican.