El Instituto Nacional del Cáncer (Incan) es blanco de una denuncia realizada por parte de una mujer, madre de una paciente que fue operada, por lo que se encuentra internada en el nosocomio ubicado en la ciudad de Areguá.
Se trata de una joven de 23 años que sufre de cáncer en el cuello uterino por lo que tuvo que ser intervenida de manera rápida, a consecuencia de un derrame pleural debido al desarrollo de una metástasis en los pulmones, y que tuvo como resultado la acumulación de líquido en los pulmones, lo que le complicaba bastante la respiración.
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Luego de salir de la sala de cirugía, la señorita fue llevada hasta la sala de Urgencias, donde pasó la noche en un sillón, ya que no había camas disponibles de acuerdo a lo relatado por la mamá de la paciente, ambas procedentes de la ciudad de Encarnación, departamento de Itapúa.
Debido a la delicada y dolorosa situación de su hija, la mujer intentó ubicar de la mejor manera posible a su hija, ya que se encontraba muy adolorida, a raíz de la reciente cirugía a la que había sido sometida, por lo que se encontraba bastante sensible.
En medio de su desesperación y preocupada por su hija, la señora le pidió a la profesional que se encontraba de guardia que le consiguiera una cama y lo que recibió como respuesta por parte del personal médico fue ¿querés que te traiga mi cama acá?, comentó la denunciante.
Además de no tener una cama para su hija, la mujer aseguró que ubicaron a la paciente al lado de un tacho de basuras lo que podría ocasionarle infecciones; y teniendo en cuenta que es la única persona que fue operada y con tubos de drenaje al aire libre.
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A pesar del grave acontecimiento la denunciante decidió quedar en el anonimato, pero quiere dar a conocer lo que viven tanto los pacientes como los familiares en el mencionado hospital, en cuanto al sistema sanitario y el trato que reciben los que acuden al lugar.