Es especialista en terapia intensiva y trabaja para disminuir la negativa de la donación. Refiere que en pandemia el trabajo es básicamente el doble porque muchas personas dicen no a la donación y eso se traduce en un descenso de casi del 70% de las donaciones para el país.
La Dra. Elsa Escalante es intensivista, tiene 39 años y además tiene un máster en salud pública y administración hospitalaria. Contó que está soltera, no tiene hijos y trata de mantener su paz mental mediante los ejercicios. Tiene un personal trainer y suele viajar, pero ahora eso no se puede, entonces dice que su cable a tierra es el gym con su entrenador.
Mencionó que no viene de una familia de médicos, pero siempre dijo que quería estudiar medicina y cuando estaba en la facultad siempre decía que quería hacer su residencia en IPS y le salió. “Me considero demasiado bendecida porque hasta ahora todo lo que me propuse, me salió. Mi familia está acostumbrada a mi ausencia, a que tenga que llegar tarde a los cumpleaños o almuerzos, ya es un estilo de vida también para ellos que yo tenga que estar ausente”, agregó en contacto con La Nación.
Incursión en el área
Con respecto a cómo se inició en el área de trasplante, recordó que en la época que hacía su guardia en un sanatorio privado conoció al profesor Dr. Fernando Daponte, quien le alentó. “Me dijo que me veía con el perfil. Fue así como incursioné en la donación de órganos. Fue el que me dio el puntapié”, afirmó.
Señaló que así fue a hacer un curso que todos los años ofrece la Organización Nacional de Trasplante de España y cada año abre la convocatoria pero el Ministerio de Salud es el que tiene que proponer o postular para que vaya el profesional. “Me fui en el 2016, antes hacía guardias 100% terapia asistencial en el Instituto de Previsión Social (IPS) y en el Hospital Nacional de Itauguá (HNI) que hasta ahora estoy. También estoy en la sociedad paraguaya de terapia intensiva porque es una rama de la terapia intensiva el que vos generes donantes”, explicó.
Remarcó que la procuración de órganos y tejidos habla de la calidad de atención en la terapia intensiva. “Si vos generás donantes entonces quiere decir que le mantuviste bien a ese enfermo, por eso después de fallecido pudo donar sus órganos”, apuntó.
Coordinadora nacional de trasplante
Elsa indicó que es coordinadora hospitalaria en el IPS y en el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) está como coordinadora nacional que incluye todo lo que es un operativo, desde la detección de un posible donante hasta la extracción de esos órganos, toda una logística. “También el acompañamiento en la etapa de pérdida de esa familia que más bien es una situación de ayuda la que hacemos. Tratar que esa familia que pierde un ser querido encuentre un sentido en medio de ese dolor”, expuso.
Resaltó que en el área de trasplante está desde que volvió de hacer su máster que fue en el 2016. Desde el 2016 en forma parcial y ya en el 2017 se trasladó 100% de la terapia al departamento de trasplante.
“Estoy también con todo lo relacionado a la elaboración de proyectos, ajustes de protocolo para mejorar todo lo relacionado al proceso de donación en nuestro país. Trabajamos en el protocolo de muerte encefálica, todo lo que es dengue, lo que es COVID. Soy el nexo entre el INAT y los diferentes sistemas involucrados”, sostuvo Escalante.
Manifestó que el año pasado por primera vez figuramos en el calendario escolar del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC). “Se logró mediante un proyecto con ellos. Se trató en forma oficial en las escuelas entre el 7mo., 8vo., y 9no. grados por medio de cómics”, expresó.
Trabajo diario
La doctora describió su día a día del siguiente modo: “Mis días son en la terapia del HNI haciendo asistencialismo en la terapia polivalente y después trabajando de cerca siempre con todo lo que es la donación y el acercamiento de la familia que ha perdido un ser querido para que le dé otro significado. Pero 100% estoy con todo lo que es el hospital, nunca me puedo desconectar. Ahora volvimos a una etapa en la que los trasplantes son anecdóticos, no podés dejar al azar ningún punto. Uno te descuidás y es como un efecto dominó”, explicó.
Destacó que como disminuyeron mucho los operativos, al tener uno, se debe estar 100% pendiente de que todo salga bien. “Un donante que vos pierdas es la única oportunidad para muchas personas que están esperando. Un donante te puede dar un corazón, dos riñones, tejido óseo y córnea, todo tiene que estar orquestado para que se pueda beneficiar 100% a las personas que necesitan. Con un donante se pueden beneficiar más de 8 personas”, aseguró.
Con respecto a los pacientes con COVID positivo, mencionó que son contraindicados a la donación de órganos. “Ellos no pueden donar. Con la infección activa por COVID no puede ser donante ni de tejidos ni de órganos. Si reúne los criterios de curación sí puede ser donante. Siempre que la causa directa de muerte no haya sido por COVID puede ser donante”, aclaró.
Situación actual de trasplantes
Finalmente, habló acerca de la situación que se vive con la pandemia y la donación. “Lo que hacemos ahora es tratar de trabajar en las fortalezas. El trabajo es básicamente el doble porque la gente está cansada, los médicos están cansados y eso se traduce en un descenso de casi del 70% de las donaciones para el país. Hay gente que muere en lista de espera, esperando un trasplante cardiaco. Todo esto que estamos viviendo se traduce también en que muchas personas dicen no a la donación. Está muy difícil, pero seguimos teniendo fe en la gente”, enfatizó.
Comentó además sobre el proyecto más cercano que tienen y que es trabajar en disminuir la negativa de la donación. “Estamos haciendo un trabajo conjunto con el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) de Buenos Aires, porque tenemos la misma ley”, puntualizó.