El pequeño Elías pregunta por su mamá; su abuela le acerca un cuadro con la fotografía de ella. El niño de apenas un año le dice “hola” a la imagen, se sienta en el piso y la saluda tiernamente con su manito; luego besa la foto con cuidado y acaricia dulcemente.
Esta escena se ha viralizado este martes a través de un video, que dura 44 segundos, y que fue compartido en Twitter en la cuenta del usuario @jfergo86; ya cerca de las 50 mil reproducciones, y otras tantas miles de reacciones, incluyendo comentarios, tanto de ternura como de indignación, porque la madre de Elías murió a causa de una persona alcoholizada al volante; y se reclama celeridad a la Justicia.
“Rompe el alma ver estas imágenes, un inocente quedó huérfano por la irresponsabilidad de una joven borracha al volante”, expresa un internauta. “Cómo duele ver a este inocente, lloro de rabia e impotencia por lo que le toca vivir siendo tan pequeñito e indefenso”, refiere otra persona. También intervino el diputado Hugo Ramírez para informar que en 8 días se tratará el proyecto que amplía las penas a 10 años de cárcel e inhabilita de por vida según los casos de conductores ebrios al volante.
El titular que publicó el video explica: “Así Elías saluda a su mamá Natalia, todos los días. Natalia murió a causa de una borracha al volante Florencia Romero. La familia de Florencia chicaneando la causa una vez más. Elías tiene que ser el hijo de todo el Paraguay”. Además, aclara que cuenta con autorización para subir el audiovisual del infante.
El primer cumpleaños
Elías cumplió su primer año de vida el pasado 14 de diciembre, y pudo tener su fiesta de agasajo gracias a la solidaridad de la gente que contribuyó para que el evento familiar se realice en el club Nueva Estrella de Asunción. También, el pequeño recibió numerosos obsequios.
Lastimosamente la vida de su madre, Natalia Godoy, se apagó dos meses antes. El 4 de octubre del 2020, alrededor de las 6:15, la joven enfermera, de 29 años, se encontraba en una parada de buses, ubicada sobre la avenida Mariscal López, a metros de Santa Teresa, en Fernando de la Mora, para dirigirse a un trabajo en Asunción, por el que hubiera cobrado G. 60.000 por la limpieza de una casa, que planeaba invertir en leche y pañales para su bebé de 9 meses. Entonces, fue atropellada por una camioneta manejada por Florencia Noemí Romero Cantero (22). La joven enfermera murió al instante.
Alcohol en la sangre
Tras el accidente, la conductora, que volvía de una fiesta, se negó con una supuesta orden médica a realizarse el alcotest; sin embargo, el fiscal informó que la alcoholemia que, a las 8:23, le realizó el sanatorio San Roque, donde fue internada, dio resultado positivo; en la ficha figura 0,162 miligramos de alcohol en la sangre, aunque el Ministerio Público calculó en 1.592 al momento del hecho.
Asimismo, el resultado laboratorial practicado por el Laboratorio Forense del Ministerio Público, mediante la extracción de sangre autorizada por orden judicial, practicado aproximadamente a las 17:00 de ese 4 de octubre, por el médico forense de turno, arrojó positivo para el medicamento psicotrópico benzodiacepina. Fue imputada por homicidio culposo y violación de la cuarentena sanitaria. El velocímetro del vehículo, que chocó contra el cordón de la vereda y embistió la parada de bus, quedó en 170 km/h, de acuerdo a testigos del hecho.
Manifestaciones firmes
Poco después, el caso volvió a generar repudio contra la conductora, cuando los familiares de Natalia denunciaron que los abogados de Florencia les ofrecieron la grosera suma mensual de G. 1.500.000 como resarcimiento por daños sufridos por el período de 3 años. “Luego ofrecieron G. 30 millones (una sola vez) más G. 1.500.000 mensuales por 5 años”, dijo la madre, Lucía Godoy.
Desde ese trágico octubre, familiares de Natalia realizaron varias manifestaciones ante el Juzgado de Fernando de la Mora en rechazo al arresto domiciliario de la conductora, entonces recluida en la Comisaría de Mujeres. Exigían que sea trasladada al penal del Buen Pastor y el cambio de carátula, de homicidio culposo a doloso, pues consideran que conducir en estado de ebriedad merece mayor condena. Así mismo, la presión ciudadana se hizo sentir en las redes sociales, con la etiqueta #JusticiaParaNatalia.
De vuelta al Buen Pastor
Esta última solicitud se consiguió el 26 de octubre, con la ampliación de la imputación por la supuesta comisión del hecho punible de homicidio doloso (dolo eventual), así como exposición al peligro en el tránsito terrestre. Pero también se determinó el traslado de la joven al penal de San Pedro, debido al cierre epidemiológico del Buen Pastor.
Finalmente, en medio de la ofuscación de los familiares de la víctima, Florencia fue derivada a la penitenciaría de Ciudad del Este, al estar saturada la de San Pedro; y en diciembre se la trasladó al Buen Pastor, en Asunción. Esto volvió a cambiar en marzo pasado, cuando la jueza Nancy Duarte le otorgó prisión domiciliaria, bajo una fianza garantizada con un inmueble por un valor estimado en G. 720 millones.
El 20 de abril, un tribunal de apelación revocó la medida alternativa y derivó en que la conductora imputada debiera volver a la cárcel del Buen Pastor. Se argumentó el peligro de fuga y la alta expectativa de pena por el tipo de hecho punible, considerando el nivel de alcohol en la sangre y otras sustancias, además de la excesiva velocidad con que conducía el vehículo.