Hoy 3 de mayo la devoción católica recuerda el Kurusu ára o Día de la Cruz. La festividad tiene origen en el día en que Santa Elena encontró el madero Santo. Para los católicos de todo el mundo es un día muy importante porque la cruz representa la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado.
En este sentido, varias generaciones de devotos a la cruz hacen el famoso Kurusu jegua por la tradición paraguaya, en la que decoran la cruz con chipas, golosinas y hacen los famosos karu guasu o comilona, ocasión en la se comparte la gracia de tener el pan con los más necesitados.
En Sajonia la familia Caballero Valdovinos continúa con la tradición de sus antepasados y celebra cada año esta fecha con la comilona, en donde la presencia de niños y familias es multitudinaria, acompañado de la misa de acción de gracias. Este año, debido a la pandemia, los voluntarios y devotos a la cruz decidieron donar 300 platos de un suculento tallarín, que fueron entregados a los familiares de pacientes del Hospital Barrio Obrero y del Ineram.
“Hemos preparado 300 platos de tallarín con salsa de pollo para compartir con los familiares de pacientes del Hospital Barrio Obrero y del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y Ambientales (Ineram). También vamos a tener nuestro Kurusu jegua, pero lo principal es el almuerzo para estas personas”, indicó Andrés Caballero Valdovinos, uno de los devotos de la cruz.
Para esta noble celebración fueron donados cerca de 70 kilos de pollo, más de 50 kilos de verduras y fideos. Igualmente, se prepararon chipas para adornar la cruz, así como también enviaron al Hospital de Barrio Obrero y al Ineram.
“El almuerzo y el cocido con chipa que entregamos hoy es en homenaje a todas esas personas, familias que han perdido a sus seres queridos durante esta pandemia. Hoy es el día en que se lleva la cruz del cementerio a la casa para rendir homenaje al ser querido y cambiarle el paño de su cruz”, indicó Caballero Valdovinos.