El 1 de mayo es una fecha en la que se conmemora la huelga ocurrida en Chicago en 1886 y la lucha de los trabajadores por la jornada laboral de 8 horas.
Cada 1 de mayo se celebra el Día del Trabajador porque se recuerda una huelga en Chicago en 1886 en la que fueron injustamente condenados y colgados trabajadores que llevaban adelante esta huelga en un contexto donde había una expansión del socialismo y también de la articulación de trabajadores y trabajadoras en todo el mundo, principalmente en Europa y muchos migrantes a zonas de América, sobre todo Estados Unidos. Es así que la Asociación Internacional de Trabajadores luego de la gran represión que hubo en Chicago y en homenaje a los mártires de Chicago levantan la bandera de lucha.
Para abordar el tema, La Nación contactó con Ignacio González Bozzolasco, sociólogo, investigador y docente universitario, quien dijo que es un día internacional de lucha todos los primeros de mayo, en un primer momento por las 8 horas laborales, que era una de las consignas de los mártires, y a partir de ahí se fue expandiendo como un día internacional de lucha.
“En Paraguay, incluso en momentos de regímenes autoritarios tenemos históricas jornadas de lucha y reivindicación donde el primero de mayo era un día de no solamente recuerdos, sino de presentar consignas. A medida que muchos de estos planteamientos se fueron incorporando en los marcos normativos y los derechos se fueron contemplando en las leyes, el 1 de mayo se fue transformando más bien en un feriado, un día de descanso y festejo”, agregó.
González Bozzolasco mencionó que el día es feriado en casi todos los países del mundo, menos en Estados Unidos, donde no tienen un día internacional de los trabajadores y trabajadoras, sino que tienen el Labor Day, que sería día del trabajo, no de las personas que lo desarrollan.
“Es un día cargado de muchas conquistas importantes que hoy nos permiten a nosotros gozar de cuestiones que las tenemos como naturalizadas, pero que no existían. La votación, la jornada de 8 horas laborales, las vacaciones anuales pagas, los feriados, el aguinaldo, un montón de garantías como la cobertura sanitaria, la jubilación y muchos otros derechos que ahora están en discusión”, sostuvo.
Situación de los trabajadores en Paraguay
El sociólogo indicó que la situación de la clase trabajadora paraguaya es muy grave, complicada y más todavía en comparación con varios otros países de la región. “El mercado laboral paraguayo tiene una característica que es muy perjudicial y es su alto nivel de informalidad. Los datos que muestra el Instituto Nacional de Estadística (INE) hablan de que la ocupación informal no agrícola entre el 2013 y 2018 se mantuvo siempre por encima del 60% y en el 2018 es del 64,3%”, expresó.
Refirió que en este periodo de pandemia se podría especular e inferir que en la situación actual esos índices crecieron más todavía. “Sabemos por denuncias públicas que hubo empleadores que en esta situación terminaron triando derechos y sobretajando las garantías. Se habla de que trabajadores con contratos suspendidos y recibiendo subsidios del IPS fueron obligados a trabajar. En algunos rubros se habla de contrataciones por debajo de los parámetros que establece el Código Laboral, todo esto fue creciendo en la situación de pandemia”, apuntó.
Desocupación
El investigador manifestó que hay una tasa de desocupación que parecería ser no muy alta, pero que es engañosa. “Los últimos datos que da el INE con respecto a la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPH continua) es que en el último trimestre del 2020 la tasa fue de 7,2, que es un punto menos que el trimestre anterior, y como siempre pasa desafortunadamente esta tasa de desocupación afecta mucho más a las mujeres (10,2), el doble que a los hombres (4,9)”, señaló.
En ese sentido, contó que si sumamos los datos de la EPH de la población desocupada, la población subocupada y la población inactiva circunstancialmente, tenemos en el último trimestre del 2020 medio millón de personas (561.890) que están en una situación desfavorable en términos de ocupación.
Importancia de la organización sindical
Con respecto a la organización sindical, González Bozzolasco aseguró que es fundamental en las sociedades modernas y capitalistas donde trabajadores y trabajadoras viven de su salario y donde en un libre mercado como el que tenemos el valor de ese trabajo se negocia.
“En esa negociación, siempre el eslabón más débil es el trabajador o la trabajadora porque tiene menos recursos. La organización sindical lo que permite en un primer momento es eso, establecer un equilibrio en las negociaciones. Por lo tanto, la organización de trabajadores y trabajadoras es básica para conquistar derechos”, enfatizó.
“No hubo en la historia moderna de la sociedad capitalista un derecho cedido. Todos los derechos que consiguieron trabajadores y trabajadoras son derechos conquistados, exigidos, disputados. Por tanto, sean sindicatos, asociación o la articulación que permita a trabajadores y trabajadoras exigir derechos es fundamental. Es clave que podamos generar sindicatos y fomentarlos”, destacó.
Confirmó que termina siendo un factor que contribuye al desarrollo de la economía nacional. “Es mucho más fácil llegar a un acuerdo con un sector de trabajadores y trabajadoras organizados que llegar a un acuerdo de manera separada. Hay casos claves que en momentos de crisis los Estados llegaron a acuerdos con las centrales de trabajadores y esos acuerdos permitieron que se superaran momentos de crisis. Todo tipo de organización de la sociedad es bueno y principalmente considero que es favorable una asociación de trabajadores y trabajadoras”, expuso el docente.
Tasa de sindicalización: Paraguay, entre los más bajos del continente
El entrevistado resaltó que está la situación donde la clase trabajadora se ve desfavorecida y tiene que ver con el bajo nivel de organización que hay en nuestro país de trabajadores y trabajadoras.
“Este se mide con lo que se conoce como la tasa de sindicalización, y este lo que mide es cuánto por ciento de todos los trabajadores y trabajadoras forman parte de un sindicato. En Paraguay es un número sumamente bajo, estamos entre los más bajos del continente”, comentó.
Explicó que datos del 2019 indican que solamente el 5,7% de trabajadores y trabajadoras está sindicalizado y eso se vuelve más desigual si vemos el sector público y privado. “Si sumamos a todos los trabajadores del sector público, el 28% forma parte de un sindicato, pero en el sector privado solamente el 0,6%. Tenemos un Ministerio de Trabajo que no garantiza el derecho de sindicalización y genera trabas permanentes para que un sindicato se conforme de manera acelerada, termina siendo intencional o circunstancialmente propatronal”, remarcó.
González Bozzolasco habló del caso del sindicato de trabajadores en moto que se conforma a finales del año pasado y el mismo está ligado directamente a la situación de pandemia. “Presentaron los papeles en diciembre del 2020, pasaron 5 meses y los trabajadores y trabajadoras no tienen reconocido su sindicato. El ministerio les da la espalda”, lamentó.