Este domingo 25 de abril, la cita es alrededor de la mesa compartiendo un almuerzo rodeado de los seres queridos, porque el cuarto domingo del mes de abril se conmemora el Día Nacional de la Familia, una ocasión oportuna para compartir con nuestros familiares más cercanos, especialmente en estos tiempos difíciles a causa de la pandemia del COVID-19.
Este año, como el año pasado en que se declaró la pandemia y se decretó cuarentena total, nuevamente los festejos serán en las casas. Con esto, se hace eco de la institución fundamental de la sociedad paraguaya, que es la familia.
Leé más: Polémica por terapistas en Hospital Nacional e IPS en plena alerta roja
El artículo N° 1 de la Ley 5425 establece el cuarto domingo del mes de abril de cada año como Día Nacional de la Familia, e incluye a la unión estable del hombre y de la mujer, a los hijos y a la comunidad que se constituya con cualquiera de sus progenitores y sus descendientes.
La ley destaca la función que tiene la familia en la actualidad dentro de la sociedad, principalmente en tiempos de crisis como la pandemia del coronavirus que estamos viviendo, la familia es el lugar oportuno, adecuado y seguro donde estar y recibir apoyo. Las familias paraguayas cumplen el rol importante de educar, otorgar seguridad y fortalecer la autoestima en los hijos.
Desde el Gobierno Nacional se impulsaron varios programas que permiten a Paraguay ser un país provida y profamilia y defender los valores que logran una sociedad sana y responsable.
Celebraciones por la familia
Debido a las restricciones y prohibiciones de aglomeraciones de personas, a diferencia de años anteriores cuando se realizaban multitudinarios festejos en esta fecha, este año se promueven celebraciones desde las casas, en compañía de los seres queridos.
Abril es un mes propicio para fortalecer el relacionamiento familiar, una oportunidad para que los miembros de la familia sean reconocidos desde el más pequeño al más grande. Es un tiempo de calidad en el que los padres pueden ejercer esa conexión con los hijos y lograr un contacto más íntimo.
Celebrar en familia logra acrecentar la confianza y el conocimiento uno con el otro. Se puede aprovechar este tiempo para inculcar principios y valores como el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, entre otros, fomentando la unidad y el amor.