Todo empieza con algún paso o con alguna idea que visualiza el futuro. Como seres humanos nos adaptamos a las situaciones y perseveramos a través de ellas. La Nación viene compartiendo con sus lectores ejemplos de superación, ediciones mediante las cuales se visualizan historias de personas que están realizando esfuerzos dignos de ser elogiados y difundidos.
En esta ocasión conocimos a Alfredo Bonga, un joven emprendedor de 24 años de edad, oriundo de Angola, un país del suroeste de África, quien vino a nuestro país en el 2016 cargado de sueños, esperanzas y una meta específica: convertirse en profesional médico. El destino inicial de Alfredo era Brasil, pero una vez allí constató que el nivel de vida era muy caro, por lo que conoció Paraguay y decidió arriesgarse.
“Como mi país no tiene embajada de Paraguay, en Brasil empecé a tramitar mi permiso para ingresar. Esperé tres meses y luego por fin llegué. Allá en el 2016, la economía de mi país todavía estaba relativamente bien, por lo que mi familia me enviaba mensualmente dinero para mis necesidades y estudios”, comentó.
Por algo se empieza
Alfredo se instaló en el kilómetro 18 de la Ruta PY02, en un alquiler, y se inscribió a una universidad privada para empezar su ansiada carrera de Medicina. Comenzó a aprender primeramente a hablar el español, en compañía de sus compañeros y amigos de la facultad. Luego se dio cuenta de que el idioma guaraní era el más utilizado y sintió la necesidad imperante de al menos comenzar a entenderlo. Hoy en día, Alfredo, cuya lengua madre es el portugués, habla fluidamente el español y tiene lo suyo con el dulce idioma nacional, el guaraní.
Pasaron los años y Alfredo fue adaptándose. Su sueño de convertirse en doctor en Medicina avanzaba sin contratiempos, hasta que estalló una crisis económica en Angola y su familia quedó sin la capacidad de enviar el dinero mensual que acostumbraba. “Entonces me vi en la necesidad personal de reinventarme. Me pregunte cómo iba a seguir adelante si mi familia ya no podía ayudarme. Decidí emprender”, relató.
Se reinventó
El negocio de venta de hamburguesas le resultó llamativo, entonces decidió invertir. Lastimosamente tuvo que dejar momentáneamente la universidad y utilizar el dinero que tenía para comprar un carrito lomitero. Fue así que se instaló en el kilómetro 21 de la Ruta PY02, un poco después de la entrada a la ciudad de Areguá.
“Empecé a vender hamburguesas y me di cuenta que era algo que me podía ayudar. Decidí invertir más. Compré una plancha, la máquina para hacer papas fritas y las demás herramientas necesarias. Tenía incluso un pequeño restaurante, pero cuando empezó la pandemia bajó mi volumen de negocio. Ahora estoy creciendo de vuelta, volviendo un poco a la normalidad. Estoy por alquilar un local, mi objetivo es tener un patio de comidas”, expresó.
Segundo emprendimiento: cursos en línea
A la par de este emprendimiento gastronómico y ante la imposibilidad momentánea de continuar con sus estudios, Alfredo vio la oportunidad para continuar uno de sus proyectos que lleva desde su juventud. En atención a que tenía conocimientos en varias materias complejas de la Medicina, decidió habilitar una plataforma online de cursos para refuerzos para estudiantes.
“En Angola, desde que tenía 16 años, aprovechábamos con algunos amigos que los colegios estaban sin alumnos hacia fin de año, entonces alquilábamos algunas aulas para realizar cursos profesionales. Desde pequeño empecé el proyecto de cursos. Cuando vine a Paraguay también siempre pensaba en algo así, pero los cursos presenciales son costosos, tenés que alquilar local y eso. Entonces, aprovechando la tecnología, traté de hacer algo y justo con la pandemia todo se volvió virtual. Ahí vi una gran oportunidad para mi negocio. Y como soy estudiante de Medicina, decidí empezar con clases de refuerzo de Medicina”, contó.
Alfredo recalcó que hay algunas materias difíciles para estudiantes de Medicina. Por ejemplo, en el primer año se estudia Anatomía, Farmacología, Clínica Médica, Patología. Entonces, nuestro entrevistado creó la plataforma en internet y a la fecha tiene varios profesores que imparten los cursos; algunos son estudiantes de últimos años de la carrera y otros médicos egresados, incluso algunos especialistas.
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Quiere llegar a más países
Particularmente con este emprendimiento, el sueño de Alfredo es internacionalizar su plataforma. Adelantó en ese sentido que está en conversaciones con médicos de la Universidad Autónoma de México (Unam). De a poco, está creando una red de profesionales para instalar su sistema a nivel regional.
Alfredo, como muchos otros extranjeros en nuestro país que están comenzando desde cero, asegura que sigue viviendo el día a día, tratando de superarse a sí mismo y a las adversidades que la vida le presenta a fin de seguir con su vida y con sus sueños.
¿Cómo contactar con Alfredo?
Como todo profesional y emprendedor, Alfredo habilitó una línea telefónica para los contactos formales de sus negocios, que es el (0971) 593-303. Además, cuenta con su página web a través de la cual se puede acceder a su plataforma de cursos.