Indicaron que del total de 25 camas para cuidados intensivos de adultos con que cuenta el centro asistencial, las 9 disponibles en sala polivalente y las 16 dispuestas en las dos salas respiratorias se encuentran totalmente ocupadas.
La pandemia del COVID-19 no da tregua. Esto se ve reflejado en la cantidad de casos registrados diariamente y el aumento de pacientes que requieren de un lugar en las unidades de terapia intensiva (UTI) del Hospital de Clínicas, donde se registra un porcentaje de ocupación del 100%.
En ese sentido, la jefa de UTI de adultos, la Prof. Dra. Belinda Figueredo, manifestó que si bien una o dos camas se desocupan de tanto en tanto, las mismas son ocupadas inmediatamente.
“Lastimosamente ahora no podemos abastecer ni siquiera las necesidades polivalentes porque en el área de Contingencia hay muchos pacientes que necesitan esa cama de terapia. El día de ayer había 5 pacientes ventilados fuera de terapia, pacientes asistidos en sala de contingencia que denominamos terapisadas, porque se les brinda esos cuidados críticos mientras aguardan una cama en la unidad de cuidados intensivos”, sostuvo Figueredo.
Ante la grave situación sanitaria, el personal de salud pide a la población seguir con las medidas de prevención y de esa manera evitar el contagio masivo del virus. Recordando que todas esas simples medidas pueden hacer el cambio y evitar peores desenlaces.
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Si bien la profesional dijo desconocer cuál es la incidencia de la nueva cepa dentro de la población de pacientes en contingencia respiratoria, señaló que la respuesta que da cada paciente a esta patología es muy diferente.
Equipo multidisciplinario
Hay que destacar que en las tres salas de UTI de adultos, tanto respiratorias como polivalentes, trabaja un equipo multidisciplinario compuesto por terapistas, personal de enfermería, licenciados en nutrición, una nutrióloga, kinesiólogos y médicos de interconsulta de las diferentes especialidades, que entregan su mayor esfuerzo para que los pacientes puedan recuperarse y vencer a la enfermedad.
La jefa de UTI de adultos comentó además que la travesía del paciente que sale de terapia para sala normal es bastante larga, pues no todo culmina ahí. Indicó que el proceso de recuperación, así sea luego del alta médico, puede ser bastante prolongado por las múltiples secuelas tanto respiratorias como musculares que deja la enfermedad en un paciente pos-COVID.