Un singular pedido, escrito en hoja de cuaderno y con bolígrafo azul, aparece junto a un medidor de electricidad. Se trata de una esquela dejada por una familia, informando a los funcionarios de la Administración Nacional de Electricidad (Ande) que probablemente cortarían el servicio por falta de pagos, que los integrantes de la familia están con COVID-19 y sin trabajo, por lo que pidieron consideración con el escrito.
“Srs. Ande casa con COVID-19. Sin trabajo no podemos pagar. Por favor no corte la luz. Si Dios quiere este fin de mes pagaremos”, reza la nota de solicitud de una familia con integrantes infectados por la enfermedad del coronavirus y por lo que ruegan consideración para que no se corte el suministro de energía.
Cientos de familias paraguayas en estos momentos se encuentran afectados por la enfermedad, algunos casos son leves, pero las casas están en cuarentena, mientras otros se encuentran hospitalizados y en casos más graves en la unidad de terapia intensiva, situación que golpea con más fuerza a la economía de las familias. Al estar enfermos, las personas dejan de trabajar o lo pierden por acompañar a sus seres queridos que se encuentran internados.
En este sentido, se hace difícil cumplir con todas las deudas y el pago de los servicios básicos, como lo es la energía eléctrica y la Ande desde enero pasado se encuentra en plena tarea de cortar suministro de energía eléctrica a aquellos que tienen más de cinco cuotas impagas o más de G. 5.000.000 de deudas, según explicó Rody Rois, gerente Comercial de la Ande en comunicación con La Nación.
“La Ande hace consideración –por la pandemia del COVID-19– desde hace un año, tenemos clientes con 18 facturas impagas, la Ande en ese aspecto es más que considerada, solo que como empresa necesita también de la recaudación para sobrevivir como empresa, o sino tendríamos un descalabro financiero. La Ande vive de la venta de la energía”, indicó Rois ante el planteamiento de consideración para familias en situación difícil.
Agregó que el corte es un procedimiento normal que se realiza en todo el país. Sin embargo, en casos especiales como el contagio de COVID-19 y que la familia se encuentre imposibilitada de pagar a tiempo o antes del corte, puede comunicarse con la Ande y plantear una prórroga con compromiso de pago a mediados de plazo.
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“En casos especiales, la Ande considera que la persona afectada tiene que llamar y decir que se compromete a pagar dentro de ocho a 15 días, eso vamos a considerar y lo estamos haciendo. Yo recibo a diario gente que me pide y hacemos la consideración correspondiente, pero repito, la Ande necesita también de recaudación como empresa”, añadió Rois.