Desde hace poco más de un año se ha implementado el uso de tapabocas como una de las medidas de prevención para evitar la propagación del COVID-19, además del lavado de manos, distanciamiento físico y evitar aglomeraciones. Con el paso de los meses, se ha sabido que es recomendable optar por realizar actividades al aire libre.

Entre esas actividades encontramos los ejercicios físicos como caminar, trotar o correr, como una forma de mantener una vida saludable y en forma. Optar por mantener una vida activa físicamente incluye también estar en buenas condiciones de salud para realizar estos ejercicios.

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Al salir, podemos ver en los parques, costaneras, ciclovías, avenidas y algunos lugares aptos para realizar este tipo de actividades al aire libre, personas con tapabocas. Para saber si esto representa un peligro para la salud y si afecta de manera negativa el funcionamiento de los pulmones, La Nación contactó con el Dr. José Fusillo, presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología (SPN).

“Peligroso no es. Evidentemente no hay ningún riesgo de usar el tapabocas. Si no hay otras personas alrededor y están en un espacio abierto, pueden hacerse ejercicios sin tapabocas. Usarlo tampoco genera mayor riesgo”, aclaró el profesional.

En cuanto a si el uso genera mayor esfuerzo físico, el neumólogo dijo que lo que se genera es una mayor resistencia al paso del aire. “Pero eso incluso puede ser un aliciente para el que hace ejercicios, va a mejorar la capacidad, no le va a producir daño. No hay reporte de daños por ejercicios. Se supone que las personas que hacen ejercicios tienen cierto grado de capacidad física que es bueno, entonces una mascarilla no le va a producir absolutamente nada”, apuntó.

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