La situación sanitaria por la que atraviesa nuestro país a causa del COVID-19 es bastante complicada. El personal de salud está trabajando al máximo y en malas condiciones. Al respecto, Mirna Gallardo, presidenta de la Asociación Paraguaya de Enfermería (APE), dijo en contacto con Universo 970 Am que exigirán más personal.
“El personal de enfermería y todo el equipo de blanco está desbordado. Situaciones en las que tenemos que encontrarnos en los servicios con una enfermera para 15, 18 y hasta 20 pacientes. Es una situación que prácticamente es insostenible por mucho tiempo”, mencionó.
Refirió que hasta ayer viernes venían solicitando la incorporación de más enfermeras pero desde la semana próxima ya lo harán una exigencia.
“Vamos a exigir más enfermeras porque la situación ya es prácticamente imposible para el equipo de enfermería. Trabajar con esta cantidad de usuarios con la responsabilidad que implica un gran trabajo manual que hay que hacer combinado con el trabajo del conocimiento, porque un error lleva consecuencias terribles”, sostuvo.
Explicó que un grupo importante de enfermeras se encuentra con vulnerabilidad, entonces están haciendo otros roles y otras funciones.
“Aparte de eso tenemos un importante grupo de enfermeras que está también padeciendo la enfermedad, se encuentra en aislamiento o con reposo médico. Este oscila en un porcentaje del 32 al 33%”, expuso.
Gallardo indicó que eso implica que en una guardia que tenían que estar 10 enfermeras están 7 o están 4, pero la cantidad de pacientes es la misma. “Si esa sala tiene 40 o 50 pacientes, o los que tenga, tienen que ser atendidos. Toda la atención de esos usuarios recae sobre ese personal que está en la guardia, entonces ahí es donde se da esta situación”, agregó la profesional.
No es nada fácil
En otro punto, la presidenta de la APE habló del orden de prioridad que se tiene que atender en cuanto a los cuidados de los pacientes.
“Hay medicaciones que se tienen que hacer y hacerla a 5 pacientes como establecen las normas, no es igual a tener que hacerlo a 15 o 20 pacientes. Y no solamente eso, está la alimentación, el cambio de posición, acompañarle para hacer sus necesidades fisiológicas, suministrar medicamentos, oxígeno. Es un gran estrés el que pasa el equipo de enfermería y eso hay que estar ahí para darse cuenta”, enfatizó.
Resaltó que no es nada fácil lo que están viviendo las licenciadas. “No pueden ni sacarse los trajes, no ingieren líquido, no se alimentan el tiempo que están allí. Es muy difícil y eso genera mucha tensión. Se está tratando de hacer lo humanamente posible atendiendo, porque ninguna enfermera ha dicho ‘no, yo no le voy a poder atender a estos pacientes’. Se trata de hacer todo y cubrir, salen exhaustas las licenciadas de la guardia”, apuntó.
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Asistencia psicológica a enfermeras
En cuanto a la contención psicológica para las enfermeras, teniendo en cuenta la difícil tarea que realizan diariamente, aseguró que no hay tiempo para eso.
“No hay tiempo en este momento de asistencia psicológica para enfermería, no tenemos nada de eso en este momento. Hay un call center donde uno puede llamar pero el trabajo día a día es sumamente difícil. Es imposible suministrar los cuidados de enfermería en la forma en que son demandados. Hoy realmente salimos de todos los contextos”, manifestó.
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Celebran hoy el día del asistente de enfermería y de servicios generales
El rol de las asistentes de enfermería es esencial para el funcionamiento eficiente y seguro de los hospitales. La jornada laboral de estas personas comienza muy temprano para dejar bien limpio los lugares hospitalarios para la atención médica a favor de los pacientes. El 24 de mayo se recuerda el Día del Asistente de Enfermería.
Una de las asistentes, Gabriela Ojeda, de 28 años, trabaja en la III Cátedra de Clínica Médica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y en el Hospital de Clínicas. Señala que el trabajo comienza a las 6:00 y los trabajos se dividen. Asean la oficina de la jefa de sala, mientras otra compañera se encarga de llevar las sábanas sucias a la lavandería para asegurar que antes de las 11:00, los pacientes dispongan de una cama limpia. Esta primera tarea es crucial para garantizar un entorno higiénico y cómodo para los pacientes.
Las responsabilidades de Ojeda no terminan con la limpieza inicial. “Luego continuamos con la limpieza de la sala, los pisos, y en caso de que haya un alta, nos encargamos de limpiar la unidad por completo”, explicó.
Asistencia
Ojeda subraya que su trabajo no solo consiste en tareas de limpieza, sino que también asisten a las licenciadas en higiene, en cambio de pañales, y en todo lo que se pueda”, dijo. Esto incluye ayudar a pacientes que están solos, gestionando sus papeles y acompañándolos cuando sea necesario.
En áreas como neumología, donde la rotación de pacientes con infecciones bacterianas como KPC es común, la labor de Ojeda se vuelve aún más crítica.
Ella subrayó que la correcta ejecución de su labor puede marcar la diferencia entre la salud y la enfermedad para los pacientes, algo que la motiva a tomarse el tiempo necesario para desinfectar adecuadamente cada unidad. Agregó que un día algún familiar o ella misma pueden ser pacientes, por lo que toma muy en serio su trabajo, porque se trata de vidas humanas
Ejemplo de dedicación y compromiso
El asistente de enfermería, con su trabajo diario, asegura el bienestar y la atención integral de los pacientes. Andreza Martínez Báez, quien ha dedicado 24 años de su vida a esta profesión en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y el Hospital de Clínicas, es un ejemplo de dedicación y compromiso.
Andreza inició su carrera como asistente de enfermería en el año 2000. Desde entonces, ha cumplido con sus responsabilidades con diligencia y entusiasmo.
El trabajo de los asistentes de enfermería es crucial para el buen funcionamiento de cualquier centro asistencial. “En este día especial, quiero felicitar a todas mis compañeras que, como yo, realizan un trabajo indispensable. Sin nosotras, no se podría garantizar una atención integral y de calidad para nuestros pacientes”, concluyó.
Enfermera jefe resalta el rol crucial
El papel de las asistentes de enfermería en la atención hospitalaria es fundamental y muchas veces subestimado. La Dra. María Teresa Chávez, enfermera jefe de la III Cátedra de Clínica Médica de la FCMUNA y el Hospital de Clínicas, resaltó la importancia y el reconocimiento que merecen estas profesionales. “Las asistentes de enfermería realizan un trabajo crucial que va más allá de la limpieza y el apoyo a las enfermeras”, comentó la Dra. Chávez. En situaciones de emergencia, como un paro cardíaco, las asistentes son responsables de tareas vitales, como el transporte de gasometrías, que son estudios rápidos necesarios para determinar si un paciente necesita un respirador.
La III Cátedra de Clínica Médica cuenta con 30 camas y un equipo de siete asistentes operativos, complementado por cuatro asistentes con funciones diferenciadas debido a problemas de salud. Este equipo se organiza en turnos: mañana, tarde, noche y fin de semana, asegurando una cobertura continua y eficiente
En el Día de la Asistente de Enfermería, la Dra. Chávez quiso dar un reconocimiento especial a las compañeras que desempeñan una función indispensable en el área de la limpieza y el cuidado integral del paciente. “Quiero felicitar y agradecer a todas las asistentes por su trabajo arduo y comprometido”, dijo.
Asistente de Servicios Generales
La señora Hilda Ferreira, de 65 años, ingresó a la Facultad de Ciencias Médicas UNA, Hospital de Clínicas hace 10 años y cumple funciones en el Dpto. de Servicios Generales, desempeñándose como asistente de servicios generales, cubriendo diversas áreas administrativas y consultorios, iniciando sus labores diarias a partir de las 7:00.
Destaca el buen trato que recibe de los compañeros y que ser responsables en la labor es muy importante para salir adelante. “Donde me voy me tratan bien y más contenta estoy porque siempre piden por mi servicio. Me gusta mucho mi trabajo, sobre todo me gusta llegar a hora y trato siempre de cumplir con cada tarea asignada”.
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Sector de enfermería exige reivindicaciones
Cientos de enfermeros llegaron ayer miércoles hasta el Ministerio de Salud, en el marco de una protesta pacífica en busca de que sus reivindicaciones laborales sean escuchadas. Los mismos tienen como objetivo lograr conversar con los titulares de la cartera sanitaria, el Instituto de Previsión Social (IPS) y el Ministerio de Economía y Finanzas.
La Asociación Paraguaya de Enfermería es la agrupación que encabeza la movilización, contando con el apoyo de las 17 filiales en todo el país. Teniendo en cuenta que es la organización con mayor cobertura, destacan que sus pedidos son inquietudes de todos los profesionales enfermeros a nivel nacional y, que si bien no pueden asistir todos a las manifestaciones, necesitan ser escuchados por sus representantes. “Más de 12.000 compañeros están con contratos temporales, cosa que provoca inestabilidad, en cuanto a los funcionarios contratados, ellos no cuentan con ninguna seguridad social, también venimos a pedir por el respeto a nuestra jubilación, la cual está contemplada en la ley 3206″, indicó la licenciada Maribel Ruiz Díaz de Vivar en conversación con canal Trece.
La misma destacó además que otro de los puntos que no se cumple dentro de los contratos con los enfermeros es el pago por sus trabajos en días feriados y las guardias en horarios nocturnos, y que esto a veces se llega a adeudar por meses.
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Raúl Latorre saludó a enfermeras en su día, destacando su rol clave en el país
El titular de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, publicó un material audiovisual en sus redes sociales, por el Día Internacional de la Enfermería, saludando a cada uno de los profesionales del área y en especial, a las enfermeras dedicadas al rubro, catalogándolas como un personal indispensable.
“Me dieron muchísimo en mi formación y mi vida, así como a la nación y al mundo entero”, inició Latorre en su video, resaltando no solo la contribución profesional brindada por las enfermeras, sino también su sentido de humanidad para acompañar sin miramientos a quien lo necesite.
El legislador narró así su recuerdo más directo con el mencionado sector de la salud, describiendo el nivel de empatía y dedicación incondicionales por parte de las enfermeras. Desde su niñez, afirmó, pudo observar la calidez de dichas trabajadoras de la salud, entendiendo su rol clave en los centros hospitalarios.
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“Me tocó estar cerca de ellas como estudiante de medicina y, posteriormente, como residente aprendí muchísimo de ellas. Mis padres siempre me decían ‘quedate con quienes tengan más experiencia porque vas a aprender mucho’ y me ayudaron incluso después de mi vida profesional”, relató.
De este modo, Latorre sentenció que probablemente no exista otra profesión en el mundo que encarne de manera tan clara y precisa el amor y el servicio, de la misma manera en la cual se observa con las enfermeras en el día a día, dentro o fuera de un centro hospitalario.
“Feliz día y muchísimas gracias por lo que hacen todos los días por el Paraguay y por el mundo”, finalizó el presidente de la Cámara de Diputados, destacando la contribución estratégica del mencionado sector, al cuidado totalmente abnegado sobre la población nacional.
El Día Internacional de la Enfermería es una conmemoración anual promovida por el Consejo Internacional de Enfermería. Se celebra en todo el mundo el 12 de mayo, recordando además el día del nacimiento de Florence Nightingale, considerada madre de la enfermería moderna.
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El noble oficio de cuidar la salud del prójimo
Son más de 33.000 trabajadores y trabajadoras en el sistema público del país, pero se necesitan más, según reclaman. Testigos permanentes de la fragilidad humana y de las transiciones de vida y muerte, cuentan aquí de su especial vocación, hacen sus reclamos y dan testimonios que conmueven. En una fecha especial, a manera de agradecimiento, aquí la charla con las enfermeras y enfermeros del turno noche del Hospital de Clínicas.
- Por Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos Emilio Bazán
Se hace de noche en el Hospital de Clínicas y en el enorme edificio, una ciudad que no descansa, comienzan a trajinar las enfermeras del turno. Desde las ocho de la noche a las seis de la mañana deberán custodiar el buen sueño de pacientes, los ánimos de los familiares que descansan en los pasillos, una vigilia tan necesaria y muchas veces poco apreciada.
“¡Licen, licen…!”, se escuchan los llamados entre colegas que usan la forma apocopada de “licenciada” en un tono de hermandad. Se apura entonces Lina Quiñónez llevando un tubo de oxígeno que ayudará a respirar a un paciente internado.
Castorina Areco es jefa de enfermería para Adultos en Quirófanos y Urgencias en el Hospital de Clínicas, situación que vive como una coronación de 30 años de carrera que cumplió en abril pasado.
Una vocación que cuenta surgió cuando estaba en el colegio en su natal Loreto, Concepción. Estudió en Asunción y trabajó siempre en el hospital universitario de referencia en nuestro país.
Esa experiencia le deja también saberes intangibles y otros emocionales que hacen al oficio: “Lo más difícil es cuando el paciente está por fallecer y nosotras podemos percibir eso bastante antes de que ocurra. Uno ya siente que la persona se va y es difícil cuando uno ya no puede hacer nada, solamente acompañar hasta su último momento”.
Satisfacción
Pero tiene compensaciones cuando se puede ayudar a salvar la vida. “Es una satisfacción inmensa para nosotros los profesionales de la salud. Tuve una experiencia cuando trabajaba en clínica médica como enfermera asistencial. Los médicos no le daban ya vida a una enferma con accidente cerebral total. No se le podía hacer su vía central y en ese entonces no teníamos terapia intensiva y tampoco teníamos la parte de neurocirugía”.
Sin esa sonda, era imposible suministrarle los medicamentos que podrían salvarla. Con intuición y pericia, Areco consiguió dar con las esquivas venas de una paciente muy obesa en situación crítica.
“Gracias a Dios, al final la paciente salió de su cuadro cerebrovascular. Estuvo internada casi dos meses la señora, pero salió caminando de la institución. Esa es mi experiencia que no puedo olvidar porque le dejaron ya en manos de nuestro creador los que somos creyentes y entonces yo le dije a las compañeras ‘bueno, yo le voy a canalizar la vía y le voy a administrar todos sus medicamentos’. Y empezó a mejorar, a mejorar, a mejorar su cuadro y salió, con secuelas, pero salió”.
Areco valora el logro de la Ley N° 6625/2020 “De la carrera profesional de enfermería”, que mejoró los salarios y la carga horaria de un grupo importante de trabajadoras y trabajadores. Recuerda el tiempo en que cada enfermera, ayudada apenas por tres auxiliares, tenía a cargo hasta 60 pacientes. “En ese entonces nos apoyábamos muchísimo. O sea, el trabajo era mutuo, también los médicos residentes internos. Es un trabajo en equipo”.
Rosalba Oliva Cañiza Flores es la jefa de Enfermería de Pediatría y recuerda que la noche tiene sus dificultades. “Cuesta mucho más conseguir insumos, cuesta mucho más dar toda la calidad de atención y atención oportuna. Es frecuente que la gente tenga que salir a comprar medicamentos. También reforzar áreas donde se requiere más personal, mover los recursos humanos porque nuestra gente está capacitada para cualquier área”, señala.
Entonces así se entiende un poco ese tránsito de hombres y mujeres de blanco llevando por el laberinto de pasillos un medicamento que necesita un colega en otro sector de atención. “Nos ayuda el Whatsapp, allí tenemos un grupo y alguien sube, necesito adrenalina y el que tiene va y le lleva, así nos ayudamos”, comenta.
“De mañana y tarde es más fácil porque está la farmacia, se puede ir a buscar, pero a la noche ya no se consigue una cierta donación o que responda de inmediato el sistema familiar que acompaña a los pacientes, en la noche hay que resolver”, apunta. “A primera hora ya comunicamos las necesidades a las autoridades en el mismo sitio”, añade.
Equipos
Osvaldo Giménez, Fernando Gómez, Angélica Villamayor, Paola Vera, Miriam Giménez, Fátima Morínigo y Zulma Rodríguez forman el equipo de turno noche en el área de Terapia Intensiva.
Osvaldo suspira para responder. Es un área muy sensible, la pelea contra la muerte es diaria y terrible. La vida cobra allí una dimensión especial. “Si logramos salvar un paciente somos superhéroes”, dice con una sonrisa que se escapa del tapabocas.
Cuentan que se los reconoce muy poco. “La gente se acuerda de los médicos nomás”, dice con un dejo de tristeza Angélica.
Amor y vocación de servicio
Vocación, amor, servicio son las palabras con las que definen su oficio.
María Esther Armoa tiene 30 años de ejercicio de la enfermería y 15 de ellos los pasó en Terapia Intensiva. “Nada se compara al hecho de cuidar la vida de un semejante. Las enfermeras estamos desde que la persona nace hasta que se muere”, describe. A su turno, Elizabeth González dice que se “tiene que tener mucha paciencia” ante la exigencia de enfermos, familiares, médicos, pares, un equilibrio emocional que está siempre a prueba.
Natalia Recalde, Ana Parra, Miguel Rivas, José Czajkowsky y Adrián Santander son del equipo de enfermeros de Pediatría.
“Es difícil hacerles entender a los padres que tenemos que hacerles llorar a sus hijos por su bien”, resume Ana sobre la lucha diaria principal. La sobreprotección paterna es un problema difícil de resolver. “Los niños nos perdonan rápido”, cuenta con una sonrisa. Para todos es un área satisfactoria en la que los aprendizajes estimulan. “Tenemos que aprender a distraerlos, sacarles una sonrisa, hacerles dibujos, usar juguetes, contar cuentos y ¡hasta les hacemos globos con los guantes!”, cuenta José. A diferencia de lo que pasa con los adultos, aquí sí hay reconocimiento, dibujitos, cartitas, algún peluche. “También nos reconocen los padres, hay que ser justos”, apunta Ana.
Natalia muestra en la sala de internación las sillas de plástico blanco que compraron las enfermeras y enfermeros para que madres y padres puedan acompañar a sus niños. “Penosamente la gente no cuida mucho las cosas, es una pelea, necesitaríamos que nos donen sillas, es algo muy necesario. Nos preocupan las madres con bebés o con niños chicos que, como el plástico está viejo, se pueden vencer las patas y caerse al suelo”, explica.
Un día con pedidos especiales
El Día Internacional de la Enfermería, que se celebra hoy 12 de mayo, brinda a los profesionales del área una oportunidad para pedir que se atiendan algunos reclamos del sector.
Guardias de seguridad para proteger el predio porque, al ser un espacio universitario, no puede ingresar la Policía. Esta situación devino en el crecimiento de hurtos y robos que ya son una complicación.
Mencionan también que Clínicas está recibiendo muchos pacientes de seguros privados que acuden ante la imposibilidad de hacer frente a los millonarios costos de internación que se afrontan en el sector privado. A ellos se suman los que no encuentran lugar en el colapsado sistema de turnos de los servicios médicos del Instituto de Previsión Social (IPS), que muchas veces imponen meses de espera, un tiempo con el que no cuentan los pacientes que requieren intervenciones urgentes. Por ello, señalan que el IPS debería reponer los costos de intervención, pero eso o demora en suceder o directamente no llega nunca, según las observaciones.
Clínicas atiende a unos 2.200 pacientes por día, tiene 550 camas de internación, realiza 80 cirugías por día y el área de Urgencias atiende a unas 250 personas por día en promedio. Sin embargo, la capacidad de atención podría aumentarse, ya que, por ejemplo, hay una sala de terapia intensiva que está completamente equipada, pero no se utiliza porque no se tienen recursos para contratar a médicos y enfermeros intensivistas.
“Las enfermeras que están en la urgencia y en la terapia son siempre especializadas en cuidado intensivo y en emergentología. Las mismas cosas con terapias de niños, neonatología, son especialidades. La urgencia pediátrica también es una especialidad. Se necesitan más enfermeras, por lo menos unas 150 más, para niños, para adultos sobre todo en las áreas críticas, quirófano, urgencia, terapia”, comentan al tiempo de recordar que Clínicas sigue atendiendo en el antiguo edificio de Sajonia las partes de trauma y medicina familiar.
Asimismo, consideran que la renovación del antiguo equipo de resonancia magnética es fundamental. Además de ello, rubro para salarios es otro punto esencial, así como el respeto a la ley de enfermería, que según entienden puede verse limitada por el proyecto de ley “De la función pública y la carrera del servicio civil” que estudia el Congreso.
Reivindicaciones
La Asociación Paraguaya de Enfermería (APE) se encuentra organizando una movilización para el próximo 22 de mayo que se daría en cabeceras departamentales y Asunción en reclamo de más cupos de escalafón salarial y fuentes de trabajo.
Explican que hay 4.300 enfermeras y enfermeros que ingresaron por concurso de títulos y méritos en los últimos dos años al escalafón y en el presente año ingresarán aproximadamente 2.000, pero el sistema de salud tiene 33.000 profesionales, incluyendo al IPS, el Ministerio de Salud Pública y el Hospital de Clínicas.
De ese total, el 50 % está con contratos precarios que se renuevan cada seis meses. La propuesta de la APE es que se retome la práctica de la renovación anual que rigió hasta hace poco tiempo. También reclaman el pago del turno nocturno.
También señalan que unos 12.000 enfermeros no cuentan con seguro médico, lo que constituye un alto riesgo, ya que diariamente interactúan con enfermedades contagiosas. A más de ello, también carecen de seguridad social.
Mirna Gallardo, presidenta de la APE, recuerda que esta “es una organización con 76 años de historia de luchas y conquistas como la Ley 3206, que regula el ejercicio profesional y que fue promulgada en 2007, y la Ley 6625, que establece la carrera profesional (escalafón) y cuya aplicación es gradual”.
Deudas pendientes
“Hay una gran deuda con el personal de enfermería y podemos citar algunas de ellas. El 50 % del personal (16.000 aproximadamente) está en situación de contrato y a partir de este año se firmarán cada seis meses, generando este hecho un ambiente de intranquilidad e incertidumbre en el personal. Los mismos no cuentan con ningún seguro médico ni seguridad social. No se abona el pago por el turno nocturno correspondiente, o sea nunca se ha percibido ese derecho por laborar en las noches. Tampoco se abona por los días festivos, Navidad, Año Nuevo y feriados”, señala.
El salario piso es de G. 4.320.000, pero en el IPS más de 1.200 trabajadores del sector perciben salarios inferiores a G. 2.900.000.
“Quisiéramos que las autoridades no olviden que las enfermeras cuidan de todo un país desde siempre. En momentos críticos, como en la pandemia, sin haber sido inmunizados tuvieron que cuidar a los demás, arriesgando sus propias vidas y las de sus familias.En consecuencia, 72 enfermeras perdieron la vida”, expone Gallardo.
“Hace dos años lamentamos el fallecimiento de una enfermera, que dejó dos hijos huérfanos, en el Hospital de Mariano Roque Alonso por la explosión de una autoclave en un caso que aún duerme en la Justicia. Solicitamos que las autoridades coloquen en su agenda trabajar en mejorar las condiciones laborales para todo el personal de enfermería del país”, pide.
“El 22 de mayo una vez más salimos a las calles, pero garantizamos la atención en los diferentes servicios. Pedimos se incluya en el anteproyecto de presupuesto 2025 los recursos para la aplicación del año cuatro y la promoción. También pedimos la desprecarizacion de los contratados y el concurso para el primer empleo. Rechazamos la resolución que incrementa a 120 meses de salario para el cálculo de la jubilación en el IPS porque es importante respetar los plazos que establece la ley de enfermería”, concluyó.