Si bien la pandemia del COVID-19 se inició hace más de un año y muchas cosas ya sabemos sobre el virus pandémico, es importante recordar cómo se produce la transmisión vía aérea.
Cuando una persona infectada con el virus SARS-CoV-2 habla, grita, tose o estornuda emite muchas partículas de diferentes tamaños, algunas caen al suelo o en superficies, y las más pequeñas pueden transportarse varios metros y permanecer en el aire por periodos prolongados. Estas microgotas o micropartículas respiratorias ingresan al organismo cuando la persona sin mascarilla las inhala, produciéndose de esta manera la infección por COVID-19.
Profesionales recuerdan que la transmisión por aire es una de las principales vías de contagio de este virus. También puede darse en otras situaciones en las cuales el paciente infectado genera aerosoles, por ejemplo, durante la intubación orotraqueal y cuando se realiza el procedimiento de toma de muestra de hisopado nasofaríngeo.
El uso de mascarilla reduce la propagación de las gotitas respiratorias y partículas pequeñas. Esta protección se complementa con la distancia física y la ventilación de ambientes, y cuidando de no llevar las manos a la cara, sin previa higiene con abundante agua y jabón, impidiendo de esta manera que el virus ingrese al organismo por las manos contaminadas a través de los ojos, la nariz o la boca, consideradas puertas de acceso para el SARS-CoV-2.
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Prevenir transmisión
Por eso, la Dra. Viviana de Egea, directora de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles, refirió tres puntos clave a tener en cuenta para prevenir la transmisión por vía aérea.
Preferir actividades al aire libre, priorizar la correcta ventilación de sitios cerrados (abrir puertas, ventanas, usar extractores y filtros de aire o un ventilador apuntando a la ventana), usar mascarillas que cubran correctamente boca y nariz, manipularlas lo menos posible, siguiendo las normas de higiene.
En este sentido, la Dra. de Egea puntualizó que es fundamental optar por la mascarilla quirúrgica para ingresar a un establecimiento de salud, ya sea como paciente o como acompañante. Esta misma recomendación va para los trabajadores de salud, sean de blanco o administrativos.
Teniendo en cuenta la situación epidemiológica actual y como protección extra de seguridad, la profesional indica el uso de doble mascarilla. “A la mascarilla quirúrgica se le puede colocar encima otra mascarilla, en este caso puede ser de tela, que no comprometa la adherencia de la quirúrgica, y de esta manera lograr reforzar la protección y prolongar la duración de la mascarilla quirúrgica”, apuntó.
Con respecto a las mascarillas con válvula y los protectores faciales, estudios demuestran que son menos efectivos para bloquear las partículas pequeñas del SARS-CoV-2 en el aire. La mascarilla con válvula actúa como un tubo de escape de partículas pequeñas y gotas respiratorias (a menos que la válvula esté cubierta), mientras que con el protector facial (sin mascarilla) las gotas respiratorias pueden escaparse por arriba y por debajo del protector.