La Semana Santa es tiempo para reflexionar, arrepentirse y perdonar. Este 2021, por segundo año, la conmemoración será atípica por la pandemia del COVID-19. Sin embargo, el tiempo de confinamiento podría ser propicio para pasar con el núcleo familiar y permanecer unidos, en reflexión, oración y arrepentimiento. Desde la Iglesia se insta a que en cada hogar se tenga un altar donde se pueda orar y compartir la palabra de Dios.

Según el padre Christian Medina, de Caacupé, este Miércoles Santo para la feligresía católica trata sobre la preparación de Jesús para la fiesta de Pascuas. Hoy es el día en el que los apóstoles preguntan a Cristo dónde quiere que se celebre la Pascua.

“Se trata exclusivamente de la preparación para la pascua. En estos días Judas ya iba perdiendo protagonismo, porque el martes Judas, Pedro y los demás pasan por varias pruebas en cuanto a la lealtad a Jesús. El miércoles se da más fuerza al preparatorio de la Última Cena, que para los judíos es un acontecimiento totalmente festivo”, apuntó.

Refirió que los judíos tienden a prepararse, purificarse y tienen que disponer del cordero pascual. “Una pequeña oveja que sea joven, que no haya pasado por el apareamiento, tiene que ser una oveja pura. Todas esas costumbres vienen del Antiguo Testamento. Entonces, la carne del cordero debe ser algo blandito, esto debido a que rememoran que tiene que comer a prisa y tienen que tener algunas verduras amargas para recordar la esclavitud en Egipto”, expuso el sacerdote.

Indicó que en ese tiempo los discípulos no sabían que toda esta preparación es la que ayudará a la Iglesia de hoy a mantenerse preparada para el gran acontecimiento pascual: la historia de la salvación. “Por esa razón, ellos preparan un lugar alto y bien amplio en donde se pueda celebrar la cena de Pascuas. Lo que los discípulos no esperaban era la frase que Jesús diría, la frase que instituye la eucaristía: Tomad, este es mi cuerpo y tomad y beber, esta es mi sangre. Ellos no se esperaban esto”, explicó.

En otro momento, refirió que Jesús les indicó donde quería que se prepare la Pascua, que fue en una casa amplia y alta con espacio para todos. “Recordemos que esta cena de Pascua vendría a proyectar en la vida de los discípulos algo permanente, algo para siempre y esto es la eucaristía que se va a conmemorar el Jueves Santo”, concluyó.

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Por su parte, el hermano Marcelo Caballero explicó que el Miércoles Santo se debe pensar si estamos preparados para la Pascua. “Debe ser un día de mucha oración, se deber hacer un examen de conciencia. Ver un poco qué cosas y aspectos de la vida han cambiado desde aquel Miércoles de Ceniza en que comenzamos este camino cuaresmal hasta este miércoles de preparación”, dijo.

Manifestó que es tiempo de analizar si cada uno está preparado o cuánto le falta para la conversión el día de Pascuas. “Este miércoles de preparación cada uno debe ver si ya está preparado o cuánto necesitó para celebrar la Pascua con el Señor. Este miércoles los invito fuertemente a la reconciliación para estar purificados interiormente”.

Agregó que también se pueden preparar exteriormente, preparando la casa con un ambiente de recogimiento. “Preparando un altarcito y compartiendo con mi núcleo familiar, ya que no se puede hacer tantas cosas también en el contexto de la pandemia”, refirió.

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