Desde el punto de vista estadístico, las personas con obesidad tienen el 46% de mayor posibilidad de ser positivos al COVID; en segundo lugar, poseen 113% más de posibilidad de hospitalizarse; 74% más de ser admitidos en una unidad de cuidados intensivos y 48% más que una persona que no tiene obesidad de fallecer por COVID. Estos datos son manejados internacionalmente.
Así lo indicó el doctor Elvio Bueno, coordinador del departamento de Endocrinología y Metabolismo del Hospital de Clínicas de la FCMUNA. Señaló que hay dos fenómenos resaltantes en el tema de obesidad y COVID. Uno de ellos es que aparentemente la eliminación del virus es más lenta, entonces se traduce como que la grasa podría ser reservorio del virus, por tanto el periodo de recuperación y desinfección es más lento en una persona con obesidad.
“La obesidad es un estado inflamatorio crónico, que genera la producción de una serie de sustancias que son activas desde el punto de vista inmune, en la mayor parte de los casos de manera negativa. El paciente con obesidad es una persona que vive en un estado inflamatorio crónico y si sobre esto se aloja el COVID, entonces confluyen dos fenómenos inflamatorios que complican la condición del paciente. Es decir, el choque de dos manifestaciones con una exacerbación del proceso inflamatorio, que se traduce en el caso del COVID, en una neumonía más severa”, aseguró.
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El otro tema es la cuestión inmune y la obesidad. En ese sentido, el profesional dijo que aparentemente esa condición podría generar dificultades en la respuesta del organismo a la vacuna contra el COVID, lo que significa que la inmunización podría ser menos efectiva que en aquellos que no tienen esa condición.
“Esa no es una cuestión muy claramente estudiada aún. De hecho, el fenómeno de la vacunación es relativamente reciente y está en desarrollo, entonces la respuesta en ese punto en particular se tendrá en los años siguientes, cuando se analice cuál fue la respuesta de la población a la vacunación, pero existirían algunos problemas prácticos en el sentido de que la respuesta a la vacuna pueda ser inferior en personas con obesidad que en personas que no la tienen”, explicó el docente.
Precisó que los pacientes, sobre todo con obesidad severa, tienen una dureza mayor del COVID y ese fenómeno se da llamativamente en personas más jóvenes, aunque la obesidad es un factor independiente a la edad.
“Se sabe positivamente que un grupo de riesgo para el desarrollo de COVID severo es tener más de 60 años de edad, pero si uno tiene una obesidad importante, entonces eso hace que bajen ese punto de corte. Se ve en personas jóvenes formas de COVID riguroso, que no son mayores de 60 años, pero que están muy obesos”, agregó.
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Trabajo en conjunto
El departamento de Endocrinología y Metabolismo, en coordinación con la Unidad de Obesidad, tiene habilitada la línea telefónica (0983) 617-833 para agendamiento. Los pacientes, el día de la consulta dada, recibirán el llamado de los médicos o se les enviará mensaje con las indicaciones a seguir.