El próximo 20 de marzo se cumplirá un año desde que Paraguay impuso una cuarentena nacional, en coincidencia con su primer fallecido por COVID-19, en un momento en que el mundo se debatía en la confusión ante la reciente declaración de pandemia. Por varias semanas, el país se convirtió en un ejemplo y sus cifras de contagios se mantuvieron bajas. Un año después, el sistema sanitario paraguayo se encuentra en alerta roja, al borde del colapso total y siendo el más rezagado en acceder a las vacunas.

Hasta el 21 de febrero, Paraguay se encontraba entre los países que no habían iniciado una campaña de inmunización contra el coronavirus. Desde esa fecha empezaron a administrarse las primeras (y hasta ahora únicas) 4 mil dosis de la vacuna rusa Sputnik V, que se acordaron a comienzos de febrero (por un total de un millón de dosis) y que arribaron el 18 de febrero. Al ser de doble dosis, este lote inmuniza solo a 2 mil trabajadores de la salud de primera línea.

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Con este arranque, el portal de estadísticas Our World in Data (https://ourworldindata.org/COVID-vaccinations) otorgó el porcentaje de 0,01 vacunados por cada 100 habitantes. Luego, el 6 de marzo llegaron 20 mil dosis de la vacuna china Coronavac, como donación del gobierno chileno, que empezaron a aplicarse el 10 de marzo para 10 mil personales de salud. Gracias a esta donación, Paraguay figura hasta este domingo con un nuevo porcentaje de 0,11 por cada 100 habitantes, y cambió un poco el tono de su territorio en el mapa mundial de vacunación.

Previamente, Paraguay era una isla blanca en un continente que se iba pintando de tonos entre celeste y azul, solo comparable con el continente africano o Medio Oriente. Sin embargo, con 6.831 personas vacunadas hasta el viernes último, Paraguay se ubica penúltimo entre 11 países de Sudamérica, y, a nivel mundial, por detrás de 113 naciones, de un total de 128 alistadas.

En América del Sur, el proceso de vacunación se encuentra distribuido así, por cada 100 habitantes: Chile (34,43), Uruguay (5,97), Brasil (5,35), Argentina (5,08), Perú (1,42), Colombia (1,36), Bolivia (1,18), Ecuador (0,71), Guyana (0,24), Paraguay (0,11) y Venezuela (0,04).

En el mapa mundial, la lista de Our World in Data está encabezada por Israel (94,59), Emiratos Árabes Unidos (57,53), Reino Unido (35,08), Chile (34,43), Estados Unidos (30,66), Brasil (5,35), Rusia (4,69), México (3,23), China (3,02). Este viernes último, Paraguay recibió otra donación de 3 mil dosis de la vacuna china Sinopharm desde Emiratos Árabes Unidos. Actualmente, el país supera a países como Filipinas, Tailandia, Venezuela, Pakistán, Angola, Irán, Egipto, Honduras.

Una persona por segundo

Según un reportaje de ONU Sida: “Los países ricos vacunan a una persona por segundo, mientras la mayoría de las naciones pobres aún no han puesto ni una sola dosis”. El informe señala: “La escasez de vacunas implica que, a mediados de año, tan solo se habrá vacunado a un 3% de la población de estos países, y a una quinta parte, en el mejor de los casos, a finales del 2021”.

La agencia francesa de noticias AFP publicó el 21 de febrero pasado: “Más de 200 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus fueron administradas en 107 países y territorios, de ellas, un 45% en los países ricos del G7 (Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y Japón), pese a que solo albergan a un 10% de la población mundial”.

Esperando las vacunas

Esta última situación influye en el mecanismo Covax, al cual Paraguay se unió el 31 de agosto pasado a través de una carta de compromiso para la reserva de vacunas, luego de firmar un acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el 10 de julio anterior. En este convenio, Paraguay pagó casi 7 millones de dólares por 4.300.000 vacunas, de las cuales se espera que el primer lote, de 36.000 dosis de la británica AstraZeneca, llegue este martes; otras 64.800 en Semana Santa. Luego, 100 mil más en abril y 100 mil hasta mayo, para totalizar poco más de 300 mil en el primer semestre del 2021.

Paraguay firmó un convenio con la Alianza de Vacunas GAVI en el marco del mecanismo Covax. Al 21 de setiembre, otros 64 países, entre ellos los de la Unión Europea, Canadá, Japón, Chile, Argentina, y México, se habían sumado a Covax. China y Estados Unidos, en cambio, no adhirieron.

Por otra parte, el gobierno de Taiwán cedió a Paraguay un lote de 2 millones de dosis de AstraZeneca que se habían reservado en Estados Unidos, y que el gobierno local podrá adquirir al reasignar 12 millones de dólares de un fondo taiwanés recibido en donación para la construcción de viviendas sociales. De concretarse el contrato, las vacunas llegarían en 15 días.

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El Ministerio de Salud Pública cuenta con un fondo para vacunas de 40 millones de dólares. El mecanismo Covax costó casi 7 millones, y la vacuna rusa otros 10 millones. Además, la empresa privada Index SACI ofreció 2 millones de dosis de la vacuna china Coronavac, pero necesitaba el aval de la cartera estatal, que también anunció que estaría en tratativas directas con el laboratorio Sinovac, que fabrica dicha vacuna.

Con las 4.300.000 vacunas de Covax, 1.000.000 de Sputnik V, 2.000.000 de AstraZeneca, más las donaciones recibidas (23.000), Paraguay totalizaría este año con 7.323.000 vacunas que, al ser de doble dosis, inmunizarán a 3.661.500 personas. Según el ministro de Salud, Julio Borba, hará falta un millón de dosis más para alcanzar la inmunización del 40% de la población adulta de un total de casi 7 millones de habitantes, ya que el otro porcentaje corresponde a menores de 30 años (las vacunas están probadas para mayores de 18 años).

¿Qué es Covax?

El Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas contra el COVID-19, Covax, es una iniciativa liderada por GAVI, la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo fin es garantizar la fabricación y distribución equitativa de un determinado volumen de dosis de vacunas candidatas antes de que salgan al mercado.

Según su sitio web, Covax trabaja para que “todos los países participantes, independientemente de sus niveles de ingresos, tengan el mismo acceso a estas vacunas una vez que se desarrollen. El objetivo inicial es tener 2.000 millones de dosis disponibles para fines del 2021, lo que debería ser suficiente para proteger a las personas vulnerables y de alto riesgo, así como a los trabajadores de la salud de primera línea”.

Los países pueden participar de la iniciativa de dos maneras: la primera, a través del Covax Facility (por el que se adhirió Paraguay), invirtiendo directamente en una cartera de nueve vacunas hoy en investigación, impulsando su fabricación anticipada a gran escala y a precios razonables, y garantizando su acceso a las que resulten aprobadas.

La segunda, a través del Covax Advance Market Commitment (AMC), la opción para economías de ingresos medios y bajos, por la que recibirán dosis de la o las vacunas aprobadas con aportes de países donantes, instituciones filantrópicas y el sector privado.

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