Ciudad del Este. Agencia Regional.
“Estuve recabando los informes y el descargo de los médicos que estuvieron. Se trató de la paciente Crescencia Bogado, de 67 años, remitida del Hospital Distrital de Hernandarias, quien ingresó al Pabellón de Contingencia Respiratoria con el diagnóstico de un CA (cáncer), con metástasis en pulmón y con un test positivo a COVID-19”, relató el doctor Federico Schroder sobre el caso de la mujer que supuestamente falleció ayer y estando en su velatorio, sus familiares constataron que estaba viva.
El ingreso al pabellón fue el 9 de marzo, a las 8:00, y tras su revisión se les informó a los familiares sobre su cuadro, según Schroder.
“Ingresó en mal estado general, pálida, con infección en pulmones, con requerimiento de oxígeno. A las 14:00 presenta un paro cardiorrespiratorio y se le hace una RCT-A (reanimación cardiopulmonar avanzada), y al no presentar latidos cardiacos, ni frecuencia cardiaca ni presión arterial, a las 14:30 se declara su fallecimiento”, relató el galeno.
Según el protocolo de la OMS, hay que esperar 30 minutos para determinar el óbito. “Es eso lo que se hizo”, indicó el director del Hospital Regional de Ciudad del Este y precisó que a las 15:00 fue retirado el cuerpo en bolsa mortuoria por la Funeraria San Ramón.
Consultado sobre la denuncia de los familiares, el director del hospital regional dijo que presentarán todos los informes al Ministerio Público y solicitarán la autopsia porque solo con eso se llegará a la verdad de lo ocurrido.
“El diagnóstico certero es la autopsia”, agregó Schroder y precisó que todavía faltan informes documentados sobre cómo se detectó que se encontraba con vida y también el estado al que llegó desde la casa hasta el Hospital Distrital de Hernandarias.
El que firmó el certificado de defunción fue el doctor Rafael Barrail, de Clínica Médica del Pabellón de Contingencia Respiratoria del Hospital Regional de Ciudad del Este; mientras que quien constató que la mujer seguía con vida después de haber sido declarada su muerte fue el doctor Ronald Escobar, médico de Unidad de Salud Familiar, a quien llamaron para ir hasta la casa a ver lo que estaba pasando.
Los familiares rechazan que la paciente tenía COVID-19 y admiten que no permitieron que el entierro sea con el protocolo sanitario exigido para los casos de personas con coronavirus. Consultado el doctor Schroder sobre cómo es que la mujer estaba siendo velada sin el protocolo COVID-19, atendiendo que supuestamente tenía test positivo, dijo que están pidiendo informes a la funeraria “para saber qué hicieron y por qué una persona con coronavirus no tuvo un tratamiento como indica el protocolo”.