El Ministerio del Interior, en conjunto con la Fiscalía, investigará a través de imágenes de circuitos cerrados si existió o no la presencia de grupos antagónicos que accionaron de manera violenta, con el objetivo de desvirtuar la movilización pacífica que la ciudadanía convocó para exigir el cese de la corrupción y que finalmente acabó en una batalla campal entre las fuerzas del orden y supuestos infiltrados.
Arnaldo Giuzzio, ministro del Interior, atribuye el desborde de la situación a personas innominadas que fueron pagadas para ocasionar destrozos y violencia entre los manifestantes, y defendió el accionar represiva de la policía afirmando que solo obraron con firmeza con el único objetivo de preservar el orden.
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“En todo momento la Policía tenía como dirección y recomendación no utilizar la fuerza. Ningún policía portaba arma letal, sí presentaron firmeza en su actuación, por eso la actuación inicial era importante y no ceder como en aquella ocasión del 2017, en esta ocasión se obró oportunamente con esas personas que lamentablemente no formaban parte de los manifestantes”, indicó Giuzzio, al ser consultado por qué la policía reprimió a los manifestantes.
Aseguró que este grupo antagónico era un bloque que estaba saltando entre los manifestantes y todos creían que eran manifestantes que estaban expresando su posición con cierta algarabía, pero con los primeros actos de violencia se notó que el panorama cambió de forma sistemática y abrupta.
“Eso demuestra que esto estaba planeado y que pertenecía a grupos financiados con otra intención y eso va ser parte de una investigación. Vamos a ir investigando, vamos a rever todas las imágenes, hay personas conocidas por los policías que pueden ser identificadas perfectamente. No se descarta que estos grupos formen parte de barras bravas, pero hay varias conjeturas al respecto, hasta se habla de personas que vinieron del exterior, personas que pertenecían a grupos más violentos, más extremistas y también se habla obviamente de barras bravas”, señaló el ministro respecto a los pagados para desvirtuar la fiesta cívica.
Policías avasallados retrocedieron
Giuzzio asegura que la policía hizo el esfuerzo de restaurar el orden en la medida en que se podía porque se generaba una acción violenta por parte de los manifestantes que en ningún momento depusieron su accionar, sino al contrario.
“La policía no destruyó absolutamente nada, no quemó edificios, no destruyó vehículos. Esto fue parte de actos vandálicos que estoy seguro no fueron hechos por los manifestantes, sino por personas incorporadas dentro, pero con finalidad diferente”, añadió.
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