Una funcionaria administrativa del Hospital de Lambaré recibió ayer la primera dosis de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19, hecho que fue cuestionado por la opinión pública por no tratarse justamente de un personal médico o de enfermería.
Desde la Región Sanitaria de Asunción argumentaron que la mujer trabaja en la provisión de insumos para la Unidad de Terapia Intensiva de COVID-19. No obstante, reconocieron que fue incorrecta su selección para recibir la vacuna ya que no está en contacto directo con pacientes con el virus.
Esta fue la versión proveída por el doctor Robert Núñez, director de la Décimo Octava Región Sanitaria (capital), en conversación con la 800 AM. El alto funcionario explicó que en el Hospital Materno Infantil de Trinidad, Asunción, comenzó ayer la aplicación de las dosis en el vacunatorio, logrando hasta las 17:00 el número de 60 personas inoculadas con la vacuna rusa.
“Nosotros recibimos en la plataforma una lista desde el hospital, una lista de sus trabajadores de primerísima línea, en donde igualmente hacemos un filtrado y chequeo de que las personas seleccionadas sean justamente de prioridad y de primera línea. Cada jefe de Recursos Humanos del hospital público o privado, remite la lista. Esto se filtra y luego se carga para el agendamiento”, expuso.
El doctor Núñez reconoció que una mujer, identificada como Isidora Ortega, que funge de personal administrativo del Hospital Distrital de Lambaré, forma parte de las 60 personas que ayer fueron vacunadas en el Materno Infantil contra el COVID-19; incluso fue la primera en ser inoculada. El médico indicó que si bien la trabajadora no cumple funciones de contacto directo con los pacientes, se encarga de traer y llevar insumos médicos hasta la sala de Terapia Intensiva del nosocomio de Lambaré.
Al respecto, indicó Núñez que esta mujer fue incluida en la lista que fue remitida desde el hospital y que desde la región sanitaria que dirige, confiando en la lista remitida, dieron visto bueno para que la misma sea vacunada.
“Aprendieron del error”
El director sanitario admitió que la funcionaria administrativa no sería específicamente de primera línea y que tampoco es personal médico o de enfermería. En ese sentido, aseveró que aprendieron del error y anunció que de ahora en adelante, por más que la persona figure en la lista enviada desde el hospital donde cumple funciones, desde la región sanitaria realizarán una mejor verificación para ver si realmente está en la terapia intensiva y en qué puesto específico se desempeña.
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“Soy una circulante”, dice afectada
Por su parte, la funcionaria administrativa en cuestión, Isidora Ortega, habló por la RPC y reconoció que no tiene contacto directo con los pacientes del COVID-19.
“Yo más bien doy informes, traigo medicamentos, doy recetas a los familiares, soy una circulante. Mi contacto directo es con los licenciados, les paso medicamentos que compran los familiares de las farmacias. Pero contacto directo con los enfermos no tengo”, señaló la mujer.
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