Tras recibir la vacuna contra el COVID-19 por parte del propio ministro de Salud, Julio Mazzoleni, y luego de aguardar durante 30 minutos por algún tipo de reacción adversa, la licenciada Mirian Arrúa (35) ya volvió a realizar sus actividades cotidianas con los pacientes del Hospital Nacional de Itauguá, esta mañana. Relató las experiencias buenas y malas que le tocó vivir como enfermera del centro asistencial en tiempo de pandemia.

La funcionaria de salud, oriunda de la ciudad de Itauguá, manifestó que no sintió ningún tipo de efecto secundario como fiebre o mareos tras recibir la dosis de la vacuna. Ella trabaja como enfermera desde hace 13 años en el Hospital Nacional de Itauguá, donde presta servicios en el pabellón de contingencia con pacientes con cuadros graves de COVID-19.

“No tengo ninguna reacción”

“Estoy muy contenta, acá ya estoy recorriendo otra vez detrás de mis pacientes. Ya pasaron más de 30 minutos. No tengo ninguna reacción, nada, ni mareo ni hormigueo. Avy’aiterei (estoy muy feliz). Ahora me siento segura y voy a estar al 100% al frente de la batalla con los pacientes, porque antes tenía miedo que me contagien”, afirmó Mirian Arrúa en contacto con 800 AM.

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Aseguró que como enfermera se convierte en el sostén del paciente una vez que ingresan al hospital debido a que están solos, sin la compañía de sus familiares ni amigos. Entonces la compañía y asistencia se convierte en toda la fuerza para los contagiados. Ella trabaja solamente en el Hospital de Itauguá y vive en la misma ciudad.

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“Al entrar están desesperados porque están solos. Vos sos su sostén, su familiar. Entonces vos tenés que estar al frente 100% para ellos, diciendo que vas a salir pronto y estar pendiente de ellos. Acá hago de todo, de repente también soy camillera. Vos le bañás al paciente, le das de comer al paciente y le das su medicación a pacientes de tercera edad. Yo adoro mi trabajo”, expresó la funcionaria de salud.

Arrúa confesó que lo peor que le tocó vivir en el Hospital Nacional de Itauguá es que los pacientes le digan “no me quiero morir” al tener dificultades para respirar, le pide auxilio; sin embargo, siente la impotencia al no poder hacer nada al respecto cuando no reacciona y continúa igual.

“Es lo peor que te puede pasar”

“Que te diga ‘no me quiero morir’. Te mira fijamente a los ojos y dice ‘ayudame, no me quiero morir’. Eso es lo peor que te puede pasar. Eso me echó y lloré. Y que le toque a un familiar, uno de mis tíos falleció, la familia está pendiente y la impotencia de no poder hacer nada. Acá mismo se internó mi tío y murió por coronavirus. La impotencia se apodera cuando no podés reanimarle. No está en tus manos. De todo pasamos”, sostuvo.

Mientras que destaca los agradecimientos de los familiares de los pacientes que logran recuperarse del virus. “Hay familiares que te agradecen de corazón y esa es la satisfacción de hacer bien tu trabajo. Son seis horas que trabajamos, pero me quedo un poco más. Amo lo que hago, llego temprano y me voy a las 15:00, 16:00, no tengo un horario de salida fijo”, expresó.

La licenciada en enfermería Mirian Arrúa, funcionaria del Hospital Nacional de Itauguá, fue la primera persona en Paraguay en recibir la vacuna contra el COVID-19, esta mañana. El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, le aplicó la primera dosis a la enfermera que, con lágrimas en los ojos, recibió la inmunización en medio de aplausos y mucha emoción de sus compañeros.

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“El sentimiento esperanzador es abrumador en este momento, sin ninguna duda. Aquí con Myriam, es simbólico empezar con un hospital emblemático y una trabajadora que está en la primerísima trinchera. Estamos muy contentos”, manifestó Mazzoleni.

La semana pasada lle­garon al país las 4.000 dosis de las vacunas rusas Sputnik V, las mismas serán aplicadas a profesio­nales de la salud que se des­empeñan en las unidades de terapia intensiva (UTI) aten­diendo a pacientes con COVID-19. El Hospital Nacional de Itauguá, siendo de referen­cia, recibirá 475 dosis.

La enfermera del área de Terapia Intensiva del Hos­pital Nacional de Itauguá fue la primera persona en recibir la vacuna contra el COVID-19 en todo el territorio nacional. La aplica­ción se transmi­tió por televisión a todos los rincones del país por la importancia del suceso.

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